Praga (E15) – La Rep. Checa ha vuelto a sacar provecho del haber pedido préstamos en los mercados internacionales con unas tasas de interés en donde son los inversionistas los que le pagan por que acepte sus recursos financieros. «A fines de junio, los inversores le pagaron al Estado Checo casi 16 millones de coronas. Lo hicieron por que les permitió prestarle algo así como más de 5 millardos de coronas a dos años», escribió el diario económico E15.
Quiere decir que ha vuelto al escenario lo que pasaba antes de terminar el período de intervención al mercado cambiario por parte del banco central checo: las tasa negativas de intereses estaban de moda. La transacción de junio corresponde a una tasa de intereses de -0,3 por ciento. Es el valor que consiguió el ministerio de Finanzas Checo en los mercados financieros a través de los bonos checos emitidos en euros.
Es, a su vez, la tasa más baja que ha alcanzado el Gobierno Checo desde enero del 2017. En este momento juega a favor de la Rep. Checa la situación en la Zona Euro donde hay una fuerte presión por unas tazas muy por debajo del 0. El ministerio checo de Finanzas explica que con la emisión de los eurobonos va refinanciando, gradualmente, los préstamos a corto plazo que usó para cubrir los pagos de los bonos checos emitidos en los mercados foráneos por un valor total de 2 millardos de euros.
La venta de junio ha sido la tercera y por ahora la mayor dosis de eurobonos que Finanzas envió al mercado. En las tres emisiones de este año, el Estado ha conseguido ya, por tasas negativas, recibir más de 20 millones de coronas checas.
