Praga (domaci.ihned.cz) – Las universidades checas y varias ONG han unido fuerzas para, conjuntamente, iniciar el combate por proteger la Selva Lluviosa Amazónica. Desde la estación científica situada en Ecuador, en donde se construye en este momento las bases para seguir operando, los especialistas saldrán a la selva, plantarán nuevos árboles y darán formación a la población local en lo que se refiere a la protección de la naturaleza. El proyecto, que se llama “Unida”, se aplicará también en los territorios de Perú y Colombia.
“Unida” busca luchar en la misma Amazonía contra los taladores y explotadores de los recursos subterráneos por los cuales, cada día, ese pulmón del mundo pierde árboles de manera imparable. Sólo que esa constate tala de los bosques húmedos provocan no sólo la extinsión de varias especies de animales, sino también cambios climáticos en todo el orbe. Por ello los checos decidieron que empezarán a visitar la Amazonía y hablarán con la población local sobre cómo preservar esa zona tan importante.
Por lo que preparan distintos tipos de talleres y de conferencias, vinculados a la Amazonía y preservación de su riqueza natural. “Si llegamos a encontrar un medio económico atractivo, también le enseñaremos a la población local cómo pueden tener provecho del sector turístico comunitario”, describe Miroslav Horák, del Instituto de Estudios Lingüísticos y Culturales de la Universidad Mendel. Ese Instituto fue el que inició el proyecto en el otoño del año pasado.
Desde entonces, son ya quince las instituciones que se han sumado al esfuerzo de esa universidad. Entre las que se cuentan otras universidades checas, como la Masary, Palaci (Olomouc) o la de Agricultura (Praga) e incluso la Escuela Superior Económica sin olvidar las ONG (como “Forest.ink”, que ya está presente en Ecuador) y las empresas del mundo privado. “Forest.ink” se dedica a la compra de terrenos amenazados por la tala y en su lugar crea reservas naturales. Una hectárea de bosque en Ecuador sale por como 2 000 USD.

Los checos dejan en claro que en ningún caso persiguen colonizar a la población local, ni imponerles sus formas de pensar sobre cómo deben desarrollar sus territorios. Horák apunta: “Lo que deseamos es, junto a los locales, crear los métodos para que la Amazonía siga funcionando y definir un crecimiento sostenible. Los asesoraremos, por ejemplo, con que planten los tipos originales de plantas y a saber manejar las aguas residuales”.
Por otro lado, los miembros de la Cátedra de Romanística de la Universidad de Masaryk planifican enseñar idiomas a los niños amazónicos, dice que antes que nada el español, ya que con esto se liberarán accediendo a más conocimiento, con el cual podrán ayuda a sus propias comunidades y al ambiente. Los científicos de la Universidad Agrícola Checa desean analizar las plantas medicinales que están presentes en la Amazonía. Lukáš Pospíšil, gerente de esa universidad comenta: “Los colegas de la Facultad de Agricultura Tropical están decididos a desarrollar allá un sondeo etnobotánico. Desean enfocarse en el aprovechamiento de las plantas medicinales y sus aplicaciones en la medicina moderna”.
Horák alerta ante el ritmo en que desaparece la selva amazónica: en 1 año se han perdido ya casi 8 mil kilómetros cuadrados de selva. Principalmente por la tala ilegal de madera. Añade que esperan tener toda la logística preparada en “Unida”, en Ecuador, en el otoño de este año.