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Comisión Europea: La «Previsión de Invierno 2019» habla sobre un «crecimiento moderado»

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detalle a obra de cristal del maestro checo Suhajek(c)viviendopraga
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Se prevé que la economía europea crezca por séptimo año consecutivo en 2019, con previsiones de expansión en todos los Estados miembros. El ritmo de crecimiento global se moderará en comparación con los elevados índices de los últimos años y las perspectivas están sujetas a una gran incertidumbre. El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Valdis Dombrovskis, responsable del Euro y el Diálogo Social, así como de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales, precisó: “Se prevé que todos los países de la UE sigan creciendo en 2019, lo que significa más empleo y prosperidad. Sin embargo, nuestras previsiones se han revisado a la baja, sobre todo en el caso de las mayores economías de la zona del euro. Esto refleja factores externos como las tensiones comerciales y la ralentización de los mercados emergentes, especialmente en China”.

            En algunos países de la zona del euro está volviendo la preocupación por el vínculo entre bancos y emisores soberanos y la sostenibilidad de la deuda. La perspectiva de un brexit perturbador genera aún más incertidumbre. “Ser consciente de estos riesgos crecientes representa ya una gran parte de la solución. La otra parte es elegir la combinación adecuada de estrategias, tales como facilitar la inversión, redoblar los esfuerzos por llevar a cabo reformas estructurales y aplicar políticas presupuestarias prudentes”, añadió Dombrovskis.

            Por otra parte Pierre Moscovici, eurocomisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, ha afirmado, explicó: “Después de haber alcanzado su punto máximo en 2017, se prevé que la economía de la UE siga desacelerándose en 2019 y que su crecimiento sea del 1,5 por ciento. Esta ralentización será más pronunciada que lo previsto el otoño pasado, especialmente en la zona del euro, debido a la incertidumbre que rodea al comercio internacional y a factores nacionales en nuestras mayores economías. Los fundamentos de la economía europea permanecen sólidos y sigue habiendo buenas noticias, sobre todo en materia de empleo. El crecimiento debería de repuntar gradualmente en el segundo semestre de este año y en 2010”.

Crecimiento económico

La actividad económica se moderó en el segundo semestre del año pasado, debido a la ralentización del comercio mundial, a la disminución de la confianza por la incertidumbre y al hecho de que la producción de algunos Estados miembros se viera afectada por factores nacionales temporales, tales como tensiones sociales e incertidumbre en materia de política presupuestaria. Como consecuencia de ello, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) tanto en la zona del euro como en la UE bajó del 2,4 por ciento en 2017 al 1,9 por ciento en 2018 (previsión de otoño: 2,1 % por ciento para la UE de 28 Estados miembros y la zona del euro).

Praga, la cima de Zizkov (c)viviendopraga

            El impulso económico a principios de este año siguió dando muestras de atonía, aunque los indicadores fundamentales siguen siendo sólidos. El crecimiento económico se mantendrá, aunque de forma más moderada. La economía europea sigue beneficiándose de la mejora de las condiciones del mercado laboral, de unas condiciones de financiación favorables y de una política presupuestaria ligeramente expansionista. Se prevé que el PIB de la zona del euro crezca un 1,3 por ciento en 2019 y un 1,6 por ciento en 2020 (previsiones de otoño: 1,9 por ciento en 2019; 1,7 por ciento en 2020). La previsión de crecimiento del PIB de la UE también se ha revisado a la baja, al 1,5 por ciento en 2019 y al 1,7 por ciento en 2020 (previsiones de otoño: 1,9 % en 2019; 1,8 por ciento en 2020).

            Entre los Estados miembros más grandes, las revisiones a la baja del crecimiento en 2019 fueron considerables en el caso de Alemania, Italia y los Países Bajos. Muchos Estados miembros siguen beneficiándose de una fuerte demanda interna, también gracias al apoyo de los fondos de la UE.

Inflación

La inflación de los precios al consumo en la zona del euro se redujo hacia finales de 2018 debido a una fuerte caída de los precios de la energía y a una menor inflación de los precios de los alimentos. La inflación básica, que excluye los precios de la energía y los alimentos, fue moderada a lo largo del año, a pesar de un crecimiento más rápido de los salarios. La inflación total media (IPCA) fue del 1,7 por ciento en 2018, frente al 1,5 por ciento en 2017.

Con las hipótesis sobre los precios del petróleo para este año y el año próximo inferiores a las de otoño, la inflación de la zona del euro se moderará al 1,4 por ciento en 2019, antes de repuntar ligeramente hasta el 1,5 por ciento en 2020. En el caso de la UE, se prevé que la inflación media sea del 1,6 por ciento este año y, a continuación, repunte hasta el 1,8 por ciento en 2020.

Incertidumbres

Existe un alto grado de incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y las previsiones están sujetas a riesgos a la baja considerables. Las tensiones comerciales, que han venido pesando en el clima económico desde hace un tiempo, se han reducido en alguna medida, pero siguen siendo motivo de preocupación.

La economía china se puede estar ralentizando más de lo previsto y los mercados financieros mundiales y muchos mercados emergentes son vulnerables a los cambios bruscos en el clima de riesgo y las expectativas de crecimiento. En el caso de la UE, el proceso del “brexit” sigue siendo una fuente de incertidumbre.

Hipótesis meramente técnica para 2019 en lo que respecta al Reino Unido

Habida cuenta del proceso de retirada del Reino Unido de la UE, las previsiones para 2019 y 2020 se basan en una hipótesis meramente técnica de mantenimiento de las relaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE de 27 Estados miembros.

Esta hipótesis se adopta únicamente a efectos de las previsiones y no guarda relación con las conversaciones en curso con arreglo al artículo 50.

La previsión para la Rep. Checa

La parte correspondiente a la Rep. Checa señala: “La economía checa continuó creciendo de manera constante en 2018, aunque algo más moderadamente que en 2017. La economía creció aproximadamente un 2,9% en 2018, impulsada principalmente por la demanda interna. La inversión aumentó considerablemente, especialmente en la primera mitad del año, impulsada por las necesidades de automatización en la fabricación y el aumento de la inversión pública apoyada por fondos de la UE. El rápido crecimiento de los salarios y los niveles récord de empleo también reforzaron el crecimiento del consumo privado en un contexto de alta confianza del consumidor. En vista del aumento particularmente fuerte de las importaciones, es probable que las exportaciones netas resten valor al crecimiento económico general en 2018”.

            Añada que se espera que el crecimiento del PIB se mantenga estable en 2,9 por ciento en 2019 antes de bajar a 2,7 por ciento en 2020. Es probable que los salarios, tanto en el sector público como en el privado, sigan aumentando a un ritmo acelerado, proporcionando un impulso continuo al consumo privado. Sin embargo, en vista de la tasa de desempleo récord a finales de 2018, es probable que la tasa de creación de empleos se desacelere apreciablemente. El crecimiento de la inversión pública en particular debería continuar apoyando la expansión económica, aunque algo menos que en 2018 cuando la tasa era excepcionalmente alta. Se espera que las exportaciones netas se vuelvan ampliamente neutrales para el crecimiento del PIB para 2020, ya que tanto las importaciones como las exportaciones se establecerán en tasas de crecimiento algo más moderadas, y en general similares en el transcurso de 2019.

            La competitividad de las exportaciones checas corre el riesgo de verse afectada por el aumento de los costos laborales unitarios reales en 2018 y más allá debido al crecimiento moderado de la productividad. Al mismo tiempo, la combinación de un desempleo muy bajo y una baja proporción de personas que buscan empleo por vacante (ambas más bajas en la UE) podría alentar a las empresas a invertir más en maquinaria, lo que podría aumentar la productividad a medio plazo.  

           Se espera que la inflación general se mantenga cerca del objetivo del 2 por ciento del Banco Nacional de la República Checa tanto en 2019 como en 2020. El principal factor proinflacionario sigue siendo el rápido crecimiento de los salarios, mientras que se espera que disminuyan las presiones inflacionarias de la energía.