Windows 10 ha vuelto a sacar una actualización fatídica, en este caso la KB5001330 o KB5001337 en función de tu versión. Desde el mes de enero, Microsoft no remonta el vuelo, ya que empezó con los temidos grandes pantallazos azules de la muerte.
Desde mitad de enero, ha estado sacando actualizaciones con parches que han estado intentando solucionar los problemas de las mismas. Sin éxito, e incluso agravando la situación, desde personas que sus discos duros estaban al 100% ralentizando el rendimiento de los pc, hasta pantallazos azules, o simplemente no pudiendo imprimir.
Aquellos que tiene el Windows 10 Pro, tiene la opción de descartar las actualizaciones, lo cual es una ventaja. Pues ya que puedes decidir en función de los comentario de la gente. Sin embargo los que tenemos Windows 10 Home, no tenemos más remedio que aceptar las actualizaciones forzosas.
Sin ir más lejos, el portátil con el que se está escribiendo este artículo, ha estado inutilizado desde la actualización de enero. Llegando solución el pasado martes, donde con la actualización KB5001330 vuelve a estar operativo. No obstante con alguno de los problemas que presenta la nueva actualización.
Estas actualizaciones, de cada segundo martes de mes contienen las correcciones de seguridad para solucionar las distintas vulnerabilidades detectadas en el último mes, son necesarias. Pero siempre vienen acompañadas con unas actualizaciones de calidad. Y son sacadas como opcionales en la anterior actualización, pretendiendo corregir otros errores en el SO, y suelen ser las causantes de los problemas.
Errores de la última actualización de Windows 10
Los errores “menores” que se están presentando son distintos, pero el importante no ha dejado de estar presente, los pantallazos azules de la muerte.
Entre ellos, y que nosotros estamos sufriendo, es el de parpadeos de la pantalla y brillo no uniforme en la misma. Afortunadamente instalando el driver original de video de la marca, el problema se ha podido solucionar. Otro fallo lo tenemos con la conexión bluetooth, que no funciona al 100%.
Los gamers se quejan con una caída importante en los frames a la hora de jugar, haciendo que la V-Sync que no funcione, pero hay más importantes. Como el que impide a los usuarios conectarse a carpetas compartidas dentro de una red local LAN, debido a un problema con la resolución DNS del sistema.
Como siempre el soporte de Microsoft siempre recurre a la misma respuesta: desinstala el parche para que todo vuelva a funcionar como antes. Pero no siempre es posible, además de dejar nuestra computadora expuesta a fallos de seguridad. La pregunta que nos hacemos desde Viviendo Praga, cuantos usuarios afectados, se han deshecho de su ordenador pensando que no tenía solución. Pero además hay que pensar en cuantas personas han tenido que reinstalar su sistema operativo. Además hay que pensar cuantas empresas se han visto afectadas. Todo conduce a lo mismo, pérdida de tiempo y de dinero.
¿Quién se hace responsable de estos problemas? Como siempre el consumidor que ya teme a Windows 10 con su actualización fatídica de turno.
Hace años uso Ubuntu. Microsoft es un monopolio de un tío que busca su propio orden mundial