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El presidente Zeman necio y el ČSSD vaticina una crisis constitucional

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El presidente Zeman y el premier Babiš tienen que encontrar una solución a la crisis provocado por la terquedad del primero a tramitar sin demora la separación del ministro de Cultura
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Praga (České noviny) – La situación alrededor del nombramiento o cambio del ministro de Cultura se complicó y el gubernamental Partido Social Demócrata Checo (ČSSD), habla sobre la posibilidad de presentar una demanda contra el presidente, por sus competencias, si es que Miloš Zeman insiste en poner demoras en cumplir con el pedido de cambio de ministro que, oficialmente, ya le hizo el premier, Andrej Babiš. Para el líder socialdemócrata Jan Hamáček la Rep. Checa se encuentra en el comienzo de una crisis constitucional e insiste que debe resolverse en este fin de semana.

            Por su parte el presidente Zeman ha rechazado ya el ultimátum y si el ČSSD deja el Gabinete, lo único que habrá que hacer es un cambio de personas, es decir aquí no habría que pensar en una caída de Gobierno. El primer ministro ya ha dicho que de demandas al presidente por sus competencias, nada. Desde la bancada opositora se multiplican los llamados por que la demanda sea más seria, sea de rango constitucional y contra el presidente.

            Recordemos que a fin de mayo, Babiš, a pedido del ČSSD, envió a la Presidencia el pedido formal (el que contempla la Constitución), para separar al ministro de Cultura, Antonín Stañek y nombrar en su lugar a Michal Šmarda (ambos ČSSD). Hasta el día de hoy, ya fines de junio, el presidente Zeman sigue sin aceptar el pedido del premier.

            Además, ayer jueves, al cierre de su visita a la Autonomía de Vysočina, el presidente declaró que en 30 años que tiene en la política nunca aceptó un ultimátum ni chantajes, los que siempre ha considerados algo burdo. Zeman insiste: la Constitución no le establece plazo alguno para reaccionar a la propuesta del primer ministro para el cambio de los ministros. Indicó también que ya lo dijo: es conveniente esperar a ver qué resultados dan las investigaciones de las denuncias penales que el ministro Stañek. Es decir, el tiempo de espera prudencial para que él tramite el pedido, será hasta que se conozca algo de esas denuncias.

¿Y si se va ČSSD?

El presidente Zeman, en su programa habitual en “Tv. Barrandov”, tomó com mucha naturalidad la posibilidad de que el ČSSD abandone el Gabinete. Si los socialdemócratas se van, surgiriía una nueva mayoría, sin ČSSD que apoyará al Gobierno de Babiš.

            Y como no le gustan las amenazas, Zeman devolvió el dardo: si el ČSSD logra concretar la presentación de una demanda administrativa por sus competencias, entonces él suspenderá las voncersaciones con los socialdemócratas. Ahí es cuando Hamáček pasa a decir que estamos en los inicios de una crisis constitucional. Hoy tiene previsto reunirse con su socio Babiš y quiere oír directamente de él qué plan tiene y qué pasos dará. “Según, el ČSSD reaccionará”, explicó Hamáček.

            Šmarda colgó un video en su muro de “Facebook” y explica que sólo el presidente del ČSSD es quien decide quién estará en representación del partido dentro de Gobierno y al primer ministro le toca que se respeta y ejecute el Acuerdo de Oposición, incluida la parte correspondiente a los ministerios que le corresponden a cada partido socio. Babiš habla de seguir negociando, incluso con el presidente en caso que se mantenga firmen en no querer nombrar al candidato que ya eligió el ČSSD.

Los globos de campaña del ČSSD, desde el interior de la «Casa Popular»,
el edificio principal socialdemócrata

            Zeman reveló que le había propuesto a Hamáček una reunión conjunta con el ministro saliente, con Stañek, a mediados de julio. Es su intento por alcanzar que los dos políticos se reconcilien. Sólo que Hamáček y Zeman sí se reunieron, ayer jueves, a pedido del primero y se reunierno en Nové Veselí Žďársku. El encuentro duró más de una hora y ninguno de los dos participantes quiso emitir comentarios.

            Stañek renunció atrás la ola de protestas y críticas que provocó su decisión de destituir a los directores de la Galería Nacional de Praga y del Mueso del Arte de Olomouc, contra quienes, además, presentó sendas denuncias penales por supuesto mal uso del dinero y abuso en la firma de contratos. Esto es lo que Zeman pide esperar a ver cómo termina. Stañek renunció sin intervención del primer ministro y en la dimisión dejó en claro que no se iba por voluntad propia, sino por que el jefe del ČSSD así lo había dispuesto. Zeman no aceptó la renuncia y ČSSD presionó al primer ministro para que le envíe su pedido oficial de cambio de ministro. Algo que Zeman se niega a tramitar con la celeridad que otros desearían.

            Se aprovecha (como hicieron antes otros presidentes), que la Constitución manda que el presidente acepte lo que le pide el primer ministro, pero no coloca plazos. Los especialistas en Derecho Constitucional indican que el plazo no se incluyó por que se espera que el trámite sea rápido ya que no hay motivos de peso que justifiquen el retrado. Jak Kysela, constitucionalista, explicó que cualquier cosa que exceda el tiempo que se necesita para realizar un trámite es considerado como como “aplazamiento innecesario y por ende inaceptable”. La Constitución es clara por que no admite o da espacio para que el presidente asuma como su atribución que puede sopesar o tomarse un tiempo para considerar el pedido que le hizo el premier.

            Esto lleva a que miembros de la oposición hablen de que con ese retraso que impone el presidente en el cambio de ministro, simplemente irrespeta o incluso viola la Constitución. Pert Fiala, líder del conservador partido ODS, comentó: “El primer ministro Babiš encubre al presidente cuando rechaza presentar la demanda por competencias. El ČSSD está confuso e inerte. En este momento queda demostrado lo justificado e importante de tramitar rápidamente el presentar una demanda constitucional en contra del presidente Zeman”.

            Además, el líder del bloque de diputados de la KDU- ČSL, Jan Bartošek, sondea si no hay que crear ya un frente de partidos para apoyar esa demanda constitucional. “Aquí ya no se trata ni de una interpretación bastante ligera de la Constitución. El irrespetarla daña, antes que nada, al futuro democrático”, escribió en un trino.

Stañek se pregunta: ¿Acaso tengo que saltar por la ventana?

Antonín Stañek conversó con el servidor “Seznam zpravy”. No piensa que él es la causa de la crisis existente, que los socialdemócratas consideran es incluso constitucional. El ex alcalde mayor de Olomouc tiene ya dos meses en un cargo que su propio partido no lo desea. “Yo no creo que el Gobierno cae por mi. Yo pienso que cae por la incapacidad de las personas que tienen la posibilidad de llegar a acuerdos. No soy yo. Lo rechazo categóricamente: no soy la causa de un posible colapso del Gabinete”, respondió.

            Luego comenta que si Jan Hamáček piensa en que podrían renunciar los cinco ministros socialdemócratas, en realidad sólo deben renunciar cuatro pues él ya renunció, hay un trámite constitucional en marcha, por su salida. “Así que, realmente, yo ya soy un ministro en proceso de partida”, subrayó. Indica también que en política hay que tener visión y saber proyectarse; no se puede hacer como la oposición, que promueve la censura al Gobierno sin tener preparado un “Plan B”, e incluso aclara que no desea gobernar. Hay un Acuerdo de Coalición y el líder del movimiento ANO 2011 lo cumple, ha oído el pedido de Hamáček y le envió al presidente la propuesta para cambiar al ministro.

            Y el ministro termina citando los hechos: Hamáček le pidió que renuncie, él renunció y el presidente Zeman no aceptó esa dimisión. Hamáček le pidió al primer ministro que saque al ministro de Cultura Stañek y ponga a Šmarda en su lugar. Babiš así lo hizo y Zeman una vez más no quiere aceptar el cambio. “Yo en realidad no entiendo las cuestiones que pasan alrededor. ¿Es que, acaso debo suicidarme, tengo que lanzarme por la ventana, o qué tengo que hacer? Yo no he hecho nada”, asegura.