
Praga (denikn.cz) – Ha reventado una guerra abierta entre el presidente del Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSČM), Vojtěch Filip y su rival de años, Josef Skála. El primero afirma que el segundo ha dejado del partido y que sólo espera que esa salida quede formalizada. Todo por que, añade, Skála mantiene relaciones con el movimiento SPD por lo que ya nada tiene que hacer en el Partido Comunista.
En un primer momento, Filip le confirmó al diario “Deník N” que Skála fue, después de las euroelecciones, al comando electoral del SPD y que incluso tiene una foto como prueba. “Si el Sr. Skála estuvo en el comando electoral del SPD y pasó bien con ellos y no vino a nuestro comando electoral, entonces yo supongo que ha dejado nuestro partido. Yo lo tomo como que el Sr. Skála ha dejado el Partido Comunista”, explica Filip.
Filip también envió la foto a la redacción de “Deník N”. Se ve a Skála, al presidente del ultraderechista Partido Obrero de la Justicia Social, Tomáš Vandas y se ve un afiche electoral del SPD. La foto, sin embargo, no es del comando electoral del movimiento de Tomio Okamura, sino de una actividad diferente. Skála afirma que no dejará el KSČM y que no estuvo en el comando electoral del SPD, la foto es de una actividad de la estación “Svobodné rádio” (vía Internet). Una estación que propaga desinformación y teorías conspirativas. Además, coopera justo con el partido de Vandas así como con el SPD.
No debería mentir tanto, dice Skála
Skála, quien en el año 2016 intentó presidir en año KSČM, pero Filip le ganó, aclara: “El Sr. Filip debería ir y registrarse en el Hospital Psiquiátrico de Bohnice. Esto ya excede todos los límites. El Sr. Presidente no debería mentir tanto. Yo no he estado en el comando del SPD, esa es una vulgar mentira. Mejor haría si deja de querer expulsarme del KSČM. Yo me dedico a que el partido vuelva a ser un partido político viable, adecuado a su nombre”.
Sobre las críticas de Filip, de que anda en la misma onda del SPD, Skála, subraya que si Filip prefiere llamarlos “nazis”, él habla con ellos, no elude la discusión de sus temas. Cuando habla lo hace como un marxista, por lo que no asume una posición de perdedor, como Vojtěch Filip, quien prefiere rehuirles. “Yo soy miembro del Partido Comunista desde mis 18 años. Soy comunista 18 años más de lo que es Vojtěch Filip. Él entró al partido cuanto tuvo 29 años, yo nunca dejé el partido y si Filip cree que por la impotencia de algunos dejaré el Partido Comunista, entonces es que sueña. Pero, que lo diga en voz alta, que eso es lo que desea”, aclara Skála.
Pero Filip insiste en que Skála debe dejar el partido e incluso llamará a la jefa del KSČM Praga, Marta Semelová, para preguntarle si en verdad ya se dio de baja. “Deník N” la llamó, para saber qué respuesta dio, pero ella le aclaró al diario que no resolverá los problemas internos del partido a través de los medios. “No, no tengo idea de eso, pero, ciertamente que no lo resolveremos a través de los medios”, respondió.
El diario “Deník N” incluso cita un trino que Filip, “dentro de su enojo, puso en su cuenta y que parece no tener relación con nada”. El trino hace referencia a la gente que deja al partido, gente que perece, que pasa a ser sin importancia. El partido está aquí y estará, los otros que se van, como traidores, aceptando las monedas a lo Judás, son olvidados. A quien no le molesta ventilar la ropa sucia vía medios es al diputado praguense comunista Jiří Dolejš, quien apoya a Filip: “Lo cierto es que Skála tiene una serie de fotos con Okamura, reconoce que cooperan y que lo hacen incluso de antes de las elecciones. En sus ideas parece se ha movido en ese sentido. Los denominados medios alternativos, que moldean la xenofobia, son también plataforma para la sinergia mental Skála-Okamura”.
Josef Skála, no lo olvidemos ha generado el nacimiento de la plataforma “Restart”, que tiene por meta poner en movimiento al KSČM. Ha aclarado que la plataforme busque ir en contra de cualquier individuo, no tiene fines revanchistas. Skála es representante de la llamada “ala ultraconservadora” y al igual que Filip, cooperaron con la policía política del comunismo, “StB”.