
Praga (E15) – La Asociación Bancaria Checa en su más reciente pronóstico macroeconómico indica que debido a las inseguridades que se muestran en el exterior, especialmente en la vecina Alemania (el más importante mercado para las exportaciones checas), es muy complicado hacer buenas previsiones sobre el comportamiento de la economía nacional. Por lo que, mantiene sin cambios la previsión de que el PIB 2019 crecerá en 2,4 por ciento y para el año siguiente sigue en un 2,3 por ciento.
“El miedo y la inseguridad son los mayores enemigos en la actual coyuntura europea y, por ende, también en la economía checa. Puede ser el tema del brexit, la desaceleración en las más importantes economías mundiales o la imposición de uso de nuevas tecnologías en la Industria Automotriz. Esta situación generalmente hace que las empresas pongan en espera el tomar decisiones sobre sus inversiones, pero, los consumidores son más cuidadosos y, por efecto, la economía pierde impulso”, explica Petr Dufek, analista del Banco Comercial Checoslovaco.
La Asociación Bancaria alerta que los pedidos exportadores de Alemania se encuentran en su valor mínimo y no tienen perspectiva de mejorar. Las empresas alemanas también esperan que bajen las tensiones entre China y los Estados Unidos y por el momento no hacen inversiones.