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La Casa «del Tigre de Oro»

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Praga- Cuando esté en la capital checa, en la zona de la Ciudad Vieja tiene la calle Husova. En el No. 17 encontrarán una casa que tiene una historia muy parecida a muchas de las demás de Praga. Ya que al igual que casi todas tuvo, muchos dueños. Lo que significa que llegó a tener muchos nombres y símbolos. Pero, a finales del siglo XVIII se le hizo una reconstrucción en estilo barroco y su nuevo dueño mandó a poner un relieve en piedra: la imagen de un tigre de color dorado, que hace suponer que el animal hacía referencia al apellido familiar del propietario. 

En la primera etapa del siglo XIX había en ese lugar un café literario, en donde los nacionalistas checos iban a hacer tertulias literarias y leían las novedades políticas que se publicaban en la prensa. Antes de seguir el relato, sería bueno hacer una aclaratoria sobre el comportamiento social de los checos en aquella época…

Los checos desde que perdieron la Guerra de los Treinta Años, en 1621, por algún motivo han evitado los enfrentamientos armados. Ccon algunas excepciones, como por ejemplo el año de las revoluciones 1848, que fueron sometidos por las tropas del imperio Austro-Húngaro .

También desde 1621, la Iglesia Católica fue prácticamente una imposición ya que los obligaron a abandonar sus ideas del Protestantismo Husita. El emperador Fernando II inclusive para acabar con cualquier foco ideológico que no obedeciera a Roma, mandó a traer a los jesuitas. Ya que los checos eran protestantes. Pero, la guerra no sólo que eliminó prácticamente con su Iglesia Protestante, sino que acabó también con la nobleza de Bohemia.

Eso trajo como consecuencia que el país con el tiempo se fuera atrasando. El territorio de Bohemia que con Carlos IV había sido un centro de influencia política en Europa, pasó bajo el imperio Austro-Húngaro a una completa penuria. Destruido por las interminables guerras que habían en Europa, hasta que llegó la emperatriz María Teresa.

Ella fue la que creó las empresas de manufacturas las cuales condujeron a su Imperio a hacer la Revolución Industrial. Chequia, por su condición geográfica, sacó el mayor provecho de este fenómeno, pues era el país que estaba en el mismo centro del imperio. Lo que trajo como consecuencia que casi toda la industria se construyera en Bohemia. Debido a que era más fácil y económico comunicarse con los otros territorios que obedecían  a los mandatos de la emperatriz.

Praga, la calle Husova No. 17 es conocida por su famosa
Cervecería «La Casa del Tigre de Oro»

Primero un café literario

Todo proceso de industrialización tiene una consecuencia positiva: que genera diversificación de clases sociales y obliga a la población a prepararse desde el punto de vista educativo para poder entrar a trabajar en cargos con mejor remuneración. Así, toda clase social crea sus propios espacios para divertirse o simplemente para socializar.

Chequia como sociedad responde claramente a estos comportamientos naturales del ser humano. Por eso, desde el siglo XIX hasta los primeros 25 años del siglo XX en las urbes de Checoslovaquia existía una cultura muy parecida a la vienesa. La gente clase media y los ricos iban a los cafés para hablar y pasar buenos ratos.

Por eso no es de extrañar que Franz Kafka le entregará sus libros a Max Brod en la «Cafetería Louvre» de Praga. Pero esta cultura de beber café y de socializar en estos lugares, se fue desplazando poco a poco hacía las cervecerías en la medida en que la clase obrera se convertía en un grupo mayoritario. Así fue como las cafeterías dejaron de ser los centros de discusiones políticas para que las cervecerías pasarán a ser  los nuevos parlamentos populares. Ideales para el debate y el intercambio de ideas.

Luego se transforman en cervecerías

Por eso uno no se puede extrañar que la cerveza checa sea la mejor del mundo pues no se puede crear ni discutir con una bebida que sepa mal pues los clientes se irían del local de inmediato.

La casa Del Tigre De Oro no estuvo fuera de estos procesos de transformación social. Por eso con el tiempo dejó de ser una cafetería para convertirse en cervecería. Allí sirven -desde que apareció por primera vez- la cerveza Pilsen. Además, uno de sus clientes más habituales fue uno de los escritores checos, más reconocido en el país: Bohumil Hrabal. Un escritor de bastante mal humor, pero que mantuvo una posición política muy similar a la de Václav Havel (dramaturgo, disidente y expresidente), contra régimen socialista.

El No. 17

El Trigre de Oro, ahí donde Clinton tocó el saxofón para Havel

En 1994 cuando ya Havel era presidente de la República Checa, fue al local a tomar cerveza con su amigo Bohumil Hrabal. Allí estaban los clientes habituales. Pero Havel no llegó sólo, lo acompañó el entonces presidente de los EEUU Bill Clinton, quien sin aprovechó el momento para ponerse a tocar el saxofón.

Para esta cervecería fue un buen un hermoso epílogo ya que le permitió cerrar el milenio con la gloria que se merecía. Durante varios años se habló del acontecimiento en ese local. Otro milenio ha empezado, donde todo el mundo repite con sus propias palabras aquel acontecimiento.

Pero nadie todavía se ha percatado de que tanto las cafeterías como las cervecerías han sido las tribunas de los checos que durante siglos lucharon por su libertad. Y fue Bill Clinton quien le tocó a Havel lo que podríamos llamar: “Oda a la libertad del corazón de Europa”.