Praga (E15) – Las empresas checas utilizan cada vez menos una financiación en moneda nacional; a fines de marzo pasado tenían prestado en monedas extranjeras, especialmente en euros, una cantidad récord, casi el 32 por ciento de sus deudas. El banco central destaca que es la mayor proporción en la historia del país (nacido en 1993). Este fenómeno, de preferir el euro, se desprende no sólo de que la moneda unitaria europea cobra un rol más importante cada año, pero también del hecho real que un crédito en coronas sale más caro.
Jan Scholz, jefe de los Productos Crediticios del Banco Comercial Checoslovaco, confirma que crece más rápido la contratación de créditos en euros que en coronas: “El motivo es la fuerte dependencia de nuestra economía a las exportaciones a la Zona Euro, en donde las empresas buscan tener una garantía cambiaria y optan por facturarse, incluso dentro del país, en euros”.
La Caja de Ahorros también señala que los créditos que ha concedido en modenas extranjeras han aumentado en 15 por ciento interanual (en el I Trimestre de este año). Pero, al poner todas las monedas juntas, incluida la checa, los créditos subieron en solo 9 por ciento. Desde el “J&T Banka” se indica que si antes se optaba por el crédito en alguna divisa extranjera para asegurar la conversión cambiaria, ahora lo que prima es el coste mismo del crédito.
El banco central checo durante el último año y medio ha subido las principales tasas en ocho ocasiones; llevándolas de 0 a 2 por ciento. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo mantiene en 0 la tasa de interés desde marzo del 2016. Esa es una diferencia de peso. En “Metrostav” explican que, por ejemplo la tasa de interés a cinco años, que es la base para los cálculos de intereses empresariales (swap) es de 2,06 por ciento en coronas y en euros es de tan solo 0,04.
Es decir que sin importar el grado de riesgo de la empresa, la tasa es, en euros, 2 puntos porcentuales más barata y este ya es un argumento de peso.