Praga (denikN.cz) – Ya son cuatro las personalidades del sector diplomático y de seguridad que llaman públicamente a que se alcance reducir la plantilla diplomática de la embajada de la Federación Rusa en la Rep. Checa. Reaccionan al escándalo más actual: la manera en que el personal de esa embajada abusa del uso de los departamentos que tiene para su uso concedidos por la Rep. Checa en base a los acuerdos firmados antes de la caída del comunismo (noviembre de 1989).
Y las cosas andan bien tensas ya que el pasado jueves, el ministerio de Asuntos Exteriores llamó al embajador ruso, Alexander Zmejevski, para que de explicaciones sobre “algunos problemas referidos a los inmuebles que utiliza la embajada para el uso de los miembros de esa misión diplomática”. Así se lo informó al diario “Deník N”, el portavoz de ese ministerio, Michal Buchácek. Zmejevskí se reunió con el viceministro Martin Smolek, quien maneja los temas jurídicos y consulares y también tiene ya tres semanas concentrado en el problema del arriendo de esos departamentos por parte de los rusos.
El llamar a un embajador al ministerio es considerado como una señal seria, de que hay problemas en el ambiente. De paso, la víspera, en Moscú, el ministerio de Asuntos Exteriores ruso hizo lo propio con el embajador checo Vitezslav Pivoñek. Buchácek precisó que el viceministro Smolek le alertó al embajador ruso “ante los serios problemas en algunos inmuebles que se usa la embajada rusa en base de los acuerdos interestatales”. Este es un tema que ya ha captado el interés de los medios checos.
Todo se refiere al alquiler de los departamentos que son de propieda de la Rep. Checa, están en terrenos checos, pero, por los acuerdos interesatales, Moscú los puede utilizar de manera ilimitada. Lo que pasa es que se los ha estado alquilando, cobrando valores comerciales regulares, pero la fuerte diferencia mensual no va a manos de la Rep. Checa. Smolek le pidió al embajador que resuelva ese problema de manera expedita y le alertó ante el comportamiento ilegal de uno de los miembros del personal de la embajada rusa, un comportamiento no contemplado en el Acuerdo de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas.

El problema se centra en Alexander Těrentěv, es decir la persona que administra esos inmuebles en la Rep. Checa. Los periodistas de “Denik N”, han hablado con los inquilinos de los departamentos en el barrio praguense de Bubeneč y dicen que Těrentěv actúa de manera irregular: les pide que hagan los pagos en efectivo, no les extiende contratos de arrendamiento e incluso los amedrentaría. Por su parte la embajada rusa informó a través de su cuenta en “Facebook” que la reunión del embajador fue producto “del ambiente nada sado alrededor de esa problemática”. Se constató, dicen los rusos, que hay interés de las dos partes por aclarar las cuestiones aparecidas en el marco de un diálogo diplomático.
“Denik N” publicó un llamado, una carta abierta firmada por los ex diplomáticos Petr Kolár y Daniel Kostoval, el político democristiano Ivan Gabal y el general Petr Pavel (quien es miembro del consejo de redacción de ese diario) que dice: “Consideramos que queda descartado que la dirección de la embajada no supuera sobre las actividades de sus empleados; pero, si es así como el embajador lo argumenta en realidad, tenemos que admitir que el sobredimensionado tamaño de la misión de Rusia en Praga ha alcanzado dimensiones, donde sus empleados ya no son controlables por la dirección”.
Destacan que el comportamiento del diplomático Těrentěv violan burdamente la Convención de Viena y dañan más los lazos bilaterales entre la Federación Rusa y la Rep. Checa. Los firmantes alertan que la embajada rusa en Praga puede incurrir incluso en evasiones tributarias si su personal diplomático abusa de su inmunidad para hacer sus prácticas comerciales y no pagar impuestos por sus ganancias. En muchas ocasiones incluso han abusado de la Policía Checa para proteger los intereses diplomáticos de la representación rusa. Los tres insisten que todo es posible por que se basa en acuerdos de vasallaje, firmados durante la era comunista checoslovaca.