Praga – En las antiguas crónicas sobre Praga se han conservado muchas leyendas sobre el Puente de Carlos. Praga para 1158 tuvo su primer puente de piedra. En aquella época un verdadero milagro. Por su longitud ya que tenía 514 metros, era para ese momento el puente más largo de Europa Central.
El puente llevaba el nombre de Judit, la esposa de Vladislao II, ya que ella fue la promotora de la construcción. Pero el puente de Judit se cayó durante una inundación en el año 1342, lo que fue un desastre para el comercio entre la Ciudad Pequeña y la Ciudad Vieja. Dos barrios fundamentales de la Praga de ese entonces
Unos años después, el emperador del Sacro Imperio Germánico Románico Carlos IV colocó solemnemente la primera piedra del nuevo puente que se construía en el mismo lugar. Pero, especialmente bajo una fecha fijada por sus astrólogos de la corte: 1+3+5+5+7+9+7+5+3+1, es decir el año 1357. El 9 de julio a las 5 horas y 31 minutos.
El constructor Petr Parlěr le pidió a Carlos IV que le consiguiera suficiente materia prima para hacer la pega con la que se iba a untar el puente. Por eso el emperador le ordenó a toda la nación que le regalarán huevos y vino para construir el puente.