
Praga (echo24.cz) – Han empezado a convertirse, lastimosamente, en una especie de símbolo no deseado del centro histórico de Praga; nos referimos a esos animales gigantes, peludos, generalmente osos, que están en las partes más turísticas. En la Av. Wenceslao, en la Plaza de la Ciudad Vieja. Y si bien son muy queridos por los pequeños, los lugareños tienen otra opinión. Los praguenses lo ven como una atracción turística falta de gusto, algo que no calza con la característica medioeval del centro capitalino.
La Alcaldía Mayor de Praga busca aprobar un bando municipal sobre el espectáculo callejero (“busking”), que los expulse del centro. Sobre esto ya se habla desde la primavera y en el entretanto su cantidad va en aumento. Ya aparecen incluso en la calle Karlova, muy cerca al Puente de Carlos.
El diario “Echo24” destaca que según sus indagaciones es un negocio controlado principalmente por los ucranianos, quienes tienen de este ingreso turístico suficiente como para mantener incluso a sus familias en Ucrania.