Praga (echo24.cz) – En esta semana se publicó una carta dirigida al primer ministro checo, Andrej Babiš. La firman los capitanes de los tres equipos checos que alcanzaron un pase a la Liga Europea: “Slavia”, “Sparta” y Liberec”. Le piden que permita reactiva la competencia profesional y que los clubes pueden regresar a sus entrenamientos plenos. Aseguran que el fútbol respeta una de las medidas más severas en el combate a la covid-19. Alertan que el país se encuentra en una muy fuerte desventaja en la competencia internacional ya que en casi todos los demás países sí hay juegos.
“Permítanos describirle a Ud., bajo esta situación nada fácil, la dura realidad en la que nos encontramos no sólo nosotros, sino todo el fútbol profesional en la Rep. Checa. En la primavera se produjo la suspensión de las I y II Ligas. Luego, la Asociación del Fútbol de Liga y sus clubes miembros adoptaron unas medidas exigentes y complicadas para que todos nosotros pudiéramos terminar los partidos. Salvo muy pocos encuentros ésto pudo realizarse”, señalan los capitanes. A saber: Jan Bořil (“Sparta”), Bořek Dočkal y Jan Mikula (Liberec).
En este momento, los futbolistas de la I Liga son los únicos deportistas en la Rep. Checa que se someten a una prueba covid-19 antes de cada partido. Y también los que van a jugar algún partido dentro de Europa. Pese a esos controles y certificaciones, los partidos de fútbol están suspendidos al igual que las demás competencias deportivas. El último se jugó el pasado 4 de octubre. Sólo un par de partidos internacionales recibieron una autorización excepcional.
Los capitanes recuerdan que durante la presente temporadas los jugadores viven sometidos a medidas higiénicas estrictas. Pasan las pruebas PCR antes de cada partido e incluso deben aceptar pasar a aislamientos voluntarios para poder eliminar al máximo el riesgo de contagio. Lo que afecta sus vidas familiares. “Estamos convencidos que el margo de la Liga Profesional de Fútbol es un espacio único en ese sentido. No conocemos que medidas similares de apliquen en otros sectores”, subrayan los capitanes.

Reconocen que la actual situación epidemiológica en el país es negativa y que demanda medidas extremas. “Sin embargo, estamos convencidos que si bajo las medidas que le hemos explicado no hacen que las competencias profesionales de fútbol representen riesgo alguno a la probabilidad de espacir la covid-19 y, por ende, empeorar la condición epidemiológica de la Rep. Checa. Por el contrario, el no poder aprovechar las áreas del estadio, como área para nuestra preparación deportiva, sí que representa un riesgo sanitario”, indican Bořil, Dočkal a Mikula.
Esa condición de desventaja, donde los checos no pueden jugar en casa ni practicar, los perjudica ante los equipos contrarios en la Liga Europea. Pero, también afecta a la Selección Nacional de Fútbol, que tiene tres partidos pautados para el próximo mes de noviembre. En el resto de Europa siguen los partidos, aunque con limitaciones. Eso no se puede en territorio checo. Esto es, sin duda, un fuerte obstáculo en la libre competencia profesional. Algo muy negativo, que podrá tener impacto de largo plazo incluso en los mismos clubes, Ya que perderán posiciones y oportunidades a nivel europeo. El que puedan jugar hará, gracias a las transmisiones por televisión, que los fanáticos y la gente en general pueda tener algo entretenido que ver.
“Por lo que le pedimos que reconsideren las posiciones con respecto a las competencias del fútbol profesional. Que se permita reactivar la I y II Ligas y que se permita realizar unos entrenamientos al ciento por ciento”, piden los capitanes.