
Praga – En este momento, el presidente Miloš Zeman, se situó en niveles que van desde lo anticonstitucional a lo fuera de los usos. El presidente no tiene que rechazar el nombramiento de un ministro si así se lo propuso ya el primer ministro, es decir no puede rechazar nombrar a Michal Šmarda. Estima el constitucionalista Jan Kysela, quien es director de la Cátedra de Politología y Sociología de la Faculta de Derecho de la Universidad Carolina de Praga.
El presidente sí puede detener el nombramiento, pero sólo en caso de una amenaza de seguridad o, por ejemplo, si el candidato es un analfabeto. Pero, enfatiza, si en este momento el Gobierno se allana o acepta la posición del presidente, se habrá sentado un precedente con el cual se podrá, en el futuro, criticar u oponerse a los próximos presidentes que actúen de manera similar.
Kysela explica que lo “fuera de los usos” sucede cuando el presidente señala que tiene pensado comunicar con el “presidente del partido de la Coalición”, y no con el presidente de un partido político. Lo inconstitucional ocurre cuando Zeman tiene ya desde mayo pasado la propuesta del primer ministro para sacar a uno y poner a otro en el ministerio de Cultura. No sólo no lo nombra, sino que espera haya negociaciones políticas bajo el espíritu de lo “fuera del uso”.
¿Qué puede hacer una Democracia Parlamentaria? Kysela responde: “O no hace nada, se allana a lo sucedido, que es lo que hace el jefe del Gobierno desde hace tiempo. Esto significa que en ese caso, el candidato para ser miembro del Gobierno para un partido político será el que no le moleste al presidente. Es decir que será de tal tipo que el partido de la Coalición lo propone por que, asume, no le molesta al presidente o es el presidente quien, solo y de manera informal, lo selecciones. Entonces el partido de la Coalición lo asume como propio y le dice al primer ministro que lo nombre”.