La casa “Del Caballito Negro”
Praga – Junto a la Plaza de la Ciudad Vieja encontrará la Plaza Pequeña y ahí, fíjense en la casa ubicada en el número 14. La casa que originalmente era barroca data del siglo XVI. En la fachada podemos ver un caballo negro mirando hacia atrás.
Desde la edad media el caballo siempre ha representado la fuerza y la nobleza. Es un animal muy veloz y lleno de energía. Para los militares era una necesidad para tener éxito de las campañas de combate. El caballo durante mucho tiempo fue el mejor amigo y servidor de los hombres, aparece en muchos cuentos y leyendas populares de Europa.
La leyenda de Horymír
Inclusive dentro de las leyendas checas podemos encontrar algunas donde la imagen de este bello animal está presente. Por ejemplo, en el Castillo de Vyšehrad que hoy en día se encuentran los restos de una antigua fortificación y una bella iglesia se alzan sobre una colina junto al río Moldava. En ese punto se narra la leyenda de Horymír y su fiel caballo.
Horymír, un miembro de la baja nobleza que vivía en el pueblo de Neumětely. El noble estaba preocupado porque los pobladores de la zona estaban abandonando el trabajo en el campo.
Los campesinos se empezaron a dedicar se a trabajar en las minas de plata, una actividad que les generaba mejores beneficios económicos ya que en la Edad Media fue muy rentable en la región de Bohemia. Por eso la gente estaba abandonando.

La leyenda narra que Horymír fue a quejarse ante el rey Křesomysl en Praga. Un rey de bohemios, legendario que gobernó en el castillo de Vyšehrad. Pero, los mineros enfadados con la actitud, porque pensaban perder sus nuevas riquezas, fueron hasta Neumětely a quemar las posesiones de Horymír..
Cuando el hidalgo Horymír vio que sus tierras habían sido quemadas, se montó en su caballo Šemík y reunió toda la ayuda que pudo encontrar para arrasar las casas de los mineros. Éstos, al ver lo que estaba haciendo Horymír, rápidamente fueron a donde el rey para denunciarlo, lo que le costó al noble Horimír ser condenado a muerte por el rey Křesomysl.
De acuerdo con la ley, el día de su ejecución Horymír tenía derecho a pedir un último deseo, y le dijo al rey que le dejara dar un paseo montando su caballo Šemík. El rey aceptó, pero mandó cerrar todas las puertas de Vyšehrad para asegurarse de que no pudiera escapar.
Pero cuando estaba sobre el caballo, y ante el asombro de todos los presentes, Horymír susurró unas palabras a su corcel, que se dirigió a toda velocidad hacia las murallas y logró superarlas con un magnífico salto.
Horymír y Šemík se lanzaron de esta forma al río Moldava, de donde consiguieron salir con vida y volver a su pueblo natal. Más tarde el rey se enteró detalladamente de lo que había ocurrido y perdonó al valiente hidalgo.
Aunque la casa Del Caballito Negro nadie sabe si tuvo como objetivo hacerle algún tipo de homenaje a este animal, en cualquier caso refleja el espíritu indomable de la naturaleza y nos hace recordar la nobleza del caballo.

el No. 13 de la Plaza Pequeña de Praga