LA GENTE RECORDÓ EL SACRIFICIO DE JAN PALACH, PERO FALTARON LOS MÁS ALTOS CARGOS DEL ESTADO
Praga (Ceské noviny) – Ayer, durante todo el día, la Rep. Checa recordó el acto que justo hace 50 años realizó el estudiante universitario Jan Palach, quien se regó gasolina y quemó a lo bonzo, a los bajos del Museo Nacional, en la parte alta de la Av. Wenceslao de Praga. La prensa destaca que si bien en los festejos y exposiciones realizadas por ese acto, participaron estudiantes, representantes de la comunidad académica, personas que estuvieron en esos días en Praga, representantes de iniciativas ciudadanas, tanto en el país como en el exterior, brillaron por su ausencia los más altos representantes del Gobierno.
La Antorcha No.1, como el propio Palach se calificó, buscaba con su protesta tan extrema conseguir sacar del letargo a la sociedad checoslovaca, sometida ya casi por un año, después de que el país hubiera sido invadido por las Fuerzas del Pacto de Varsovia, que ponían fin así al experimento del “Comunismo con Rostro Humano”. Hoy, el mensaje es que el hecho del estudiante de filosofía, de 20 años, no se olvida, ni 50 años después. Se prepararon exposiciones, conciertos y en el centro de la capital checa incluso hubo una marcha, que reunió a como 4 000 personas y que fue resguardada por la Policía.
“La Libertad no es algo gratuito, nisiquiera hoy la tenemos garantizada permanentemente. Cada día vamos perdiendo pedacitos pequeños, así que nisiquiera nos damos cuenta. La Libertad no se puede comprar en rebajas y es lo más caro que hay, inmediatamente después de la vida que tenemos. Y este es el mensaje que Jan nos dejó aquí”, aseguró el presidente del Senado, Jaroslav Kubera (ANO).
El presidente checo, Miloš Zeman, no tuvo aparición pública ayer, pero envió una corona de flores al monumento que existe junto al Museo Nacional. También el primer ministro, Andrej Babiš (ODS), estuvo ausente y envió su corona de flores; pero, en el caso del jefe del Gobierno su ausencia se debe a que está de gira por tres países asiáticos. Babiš envió también flores a la placa que existe de Palach en la Facultad de Filosofía; en ambos casos, en ambos arreglos florales, alguien añadió mensajes de crítica al pasado del primer ministro (era empleado del comercio exterior durante la época comunista y se le imputa haber sido primero soplón y después agente de la policía política comunista StB). Le critican también que su Gobierno de Coalición y de minoría (junto con los socialdemócratas), haya nacido con la tolerancia de los comunistas.
«Jan Palach entre las más importantes personalidades de la historia moderna»
El rector de la Universidad Carolina de Praga, Tomáš Zima, expresó estar convencido de que Jan Palach pertenece al grupo de las más importantes personalidades de la historia moderna, tanto de la checoslovaca como la checa. Es también uno de los principales combatientes por la Libertad y la Democracia. “Por lo que su acto no debe ser olvidado. Y no debe ser olvidado también por que la Libertad y la Democracia, por las que Palach ofrendó su vida, no son hoy, nisiquiera hoy, algo obvio y las podemos perder con facilidad o antes de lo que suponemos”, comentó Zima.
Por la mañana, el rector Zima junto a otros representantes universitario develaron un baldoza metálica de recuerdo a Jan Palach. Señala el sitio en donde, en enero de 1969, estuvo el ataúd con los restos del estudiante muerto. Su entierro, recordemos, se convirtió en un masivo acto en pro de la Libertad y la Democracia. Lastimosamente, ese ímpetu y emoción duró muy poco tiempo. La baldoza tiene muchos simbolismos; mide 69 x 69 cm, es decir recuerda el año de su muerte y pesa 89 kilos, lo que busca recordar el año 1989, el de la Revolución de Terciopelo que tumbó el comunismo. Pero, además, el nombre está dividido de tal forma que forma dos palabras “PAL – ACH”; la primera puede tomarse como “arder”, “detonar”, “ignición” y la segunda palabra es la expresión de dolor o pena.
Por otro lado, en la parte superior de la Av. Wenceslao, cerca al sitio donde Palach se prendió fuego, encontrarán la exposición “Jan Palach ´69”, que podrán admirar hasta fin de este mes. En el lugar estuvieron también representantes diplomáticos de Polonia y Hungría, quienes recordaron a otras antorchas humanas, sus conciudadanos: Ryszard Sixiec y Sándor Bauer. Además, en la misma Av. Wenceslao se reunieron los que participaron en enero de 1989 en la llamada “Semana de Palach”, que fue una serie de eventos sociales de protesta contra el comunismo y que las autoridades reprimieron con dureza. La disidente Dana Nemcová, dijo: “Con su cacto, que no había tenido parangón en nuestra historia, Jan Palach colocó en un nuevo grado o nivel al valor del heroicismo, en contra de la sumisión, del temor, por el no inclinarse ante nadie ni nada de lo que es ser checo y nos exhortó a tener un civismo responsable”.