
Bratislava (TA3.com) – Quien también se dirigió a la nación este 1er de enero fue el primer ministro, Peter Pellegrini. En su mensaje por el Año Nuevo deseó para toda Eslovaquia que haya más tranquilidad que odio, que haya cohesión y campeen las bases de la decencia humana. Afirmó que esos valores, al igual que la Democracia y la estabilidad hay que preservarlas en este año que acaba de empezar y pensarlo así al momento de ir a las urnas en febrero. Recalcó que si bien hay que hacer cambios, éstos deben de ser responsables y con visión de largo plazo, incluso tomando en cuenta los nuevos retos que están frente a cada uno de nosotros.
Que primen los intereses nacionales
Para Pellegrini es crucial que, frente a las elecciones, los intereses nacionales, del Estado estén por encima de lo que quiera cada partido o individuo. Esto quiere decir que incluso después de que el soberano reparta las cartas de la Asamblea Nacional, el país debe enfilar hacia la reconciliación y unidad nacionales. Para conseguir que Eslovaquia siga siendo un país libre y democrático. En ese sentido criticó el gran nivel de intolerancia que existe en el ambiente político. Se multiplican, recalcó, las declaraciones sobre con quién o quiénes no se hará coalición y se ofende al votante de otro partido.
Por lo que, más allá de esta tensión provocada por la campaña electoral, pide a todos que preserven al menos los valores básicos de la decencia humana. Que propaguemos más tranquilidad que odio, que mantengamos a Eslovaquia como un espacio democrático y estable. “Estos son los valores que tenemos que preservar incluso después de las elecciones parlamentarias”, aseguró. No olvidemos que ese es uno de los objetivos de la campaña electoral de su partido: estabilidad y cambios, pero con responsabilidad.
Afianzas al país en el escenario internacional
Para Pellegrini el 2019 fue un año de fuertes medidas sociales y del afianzamiento de los lazos exteriores. En el primer caso, las medidas aprobadas por el Gobierno y por la Asamblea Nacional enfilan a mejorar el nivel de vida de todos los que viven en Eslovaquia. Para él es fundamental que cada ciudadano eslovaco, sin importar donde nació, tenga el derecho a un Seguro Social de calidad, una atención sanitaria accesible, a un buen trabajo y a un buen sueldo. También a que sus hijos tengan una buena educación. En el segundo caso, destacó que Eslovaquia tuvo la presidencia de la OSCE: “Eslovaquia ha conseguido ser un aliado confiable más allá de las complicadas situaciones”.