Según el diario Deník N, a mediados de noviembre, 16 jóvenes activistas fueron detenidos cerca de una iglesia católica en Masaya, Nicaragua. La policía dijo a la prensa que los jóvenes contrabandeaban armas. Sin embargo, de acuerdo con varios videos que fueron colocados en las redes sociales, todo lo que llevaban de contrabando eran botellas de agua para un puñado de manifestantes que realizaban una huelga de hambre dentro del templo. El incidente, que comenzó como un acto de caridad, se convirtió en el último símbolo de la duradera crisis nicaragüense.
Según los jóvenes detenidos ellos sólo “Llevaban agua a las madres de los protestan. No tenían armas ”, De esto se hace eco en varios videos que comenzaron a difundirse en las redes sociales poco después del arresto de los activistas. En dichos videos se ve una multitud de personas con las manos en alto y los teléfonos puestos sobre sus cabezas caminando en la oscuridad hacia las paredes blancas de la iglesia en seňal de protesta.