Bratislava (denik.cz) – El sábado anterior los fanáticos de fútbol a los que no les gustan las medidas que toma el Gobierno Eslovaco para combatir la proliferación del nuevo coronavirus, convocaron una manifestación en la capital eslovaca. Manifestación que buscó alcanzar la sede del Gobierno, ubicada en pleno centro de Bratislava. Se concentraron junto a la Estación Principal de Trenes, desde ahí enfilaron hacia la Oficina del Gobierno. En el grupo, uno de los que más activos fueron eran los “hooligan” del “Slovan Bratislava”.
Fue una marcha bastante ruidosa, en donde no faltaron los insultos subidos de tono en contra de los políticos, incluido el primer ministro Igor Matovič. Reventaron hasta petardos y otros tipos de fuegos artificiales. El grupo, de como varios cientos de personas, alcanzó a llegar hast la Plaza de la Paz, es decir el sitio donde reside el Gobierno. Ahí los esperaba una barrera, que algunos de los manifestantes intentaron saltar. Cuando pareció que lo iban a lograr, actuaron las fuerzas antimotines. Fue cuando se produjo el choque entre ambos grupos. Se lanzaban piedras por un lado y chorros de agua del otro. Hasta se preparó el gas lacrimógeno.
“Es realmente deplorable que en momentos en que aumenta de manera alarmante la cantidad de infectados por el coronavirus y se hace la declaratoria de emergencia. Cuando se ha prohibido las concentraciones… de golpe, seamos capaces de encontrar a gente que no respeta nada. Ninguno de los manifestantes reaccionó a los llamados de la Policía, para que disolvieran la manifestación ya que hay la prohibición de concentrarse”, afirmó el ministro del Interior, Roman Mikulec.
Los “hooligans” replican, dicen que no les gusta la manera como se informa sobre cuántos habían participado. Llaman “mentiroso” a quien afirme que fueron “un par de cientos”. Lo cierto es que fueron “un par de miles”. Aseguran que hubo hasta cinco mil personas y que llegaron hasta la Oficina del Gobierno entre 200 a 300 manifestantes.