
Praga (Televisión Checa) – Un 18 de junio de 1942, hace 79 años, siete paracaidistas checoslovacos murieron en la iglesia ubicada en la calle Resslova, de Praga. Habían participado en el atentado contra el protector Reinhard Heydrich, el títere de Adolfo Hitler al frente del Protectorado de Bohemia y Moravia. Entre los muertos estuvieron Josef Gabčík y Jan Kubiš, es decir los que cometieron el atentado. Los acompañaban: Jan Hrubý, Josef Bublík, Adolf Opálka, Jaroslav Švarc y Josef Valčík. Son los «Héroes de la Heydrichiada»
Ninguno de los paracaidistas terminó vivo en manos de las fuerzas de ocupación alemanas. La lucha, que tomó horas e incluyó no sólo intercambio de tiros, bombas sino también mangueras de bomberos para intentar ahogarlos en la cripta de la iglesia en la que se escondían. Todo pudo ser seguido por los habitantes de los edificios de los alrededores. Los alemanes cerraron la calle y 700 oficiales de las SS y de la Gestapo acordonaron la zona junto al Templo de los Santos Cirilio y Metodio.

¡Prohibido mirar!
La población no tenía idea, aún, de quiénes estaban escondidos en ese templo. Menos que eran responsables del atentado contra el protector Heydrich. “La primera orden del comando que manejaba el acordonamiento fue que toda la población civil se quedara en sus casas y que no siguieran nada de lo que pasaba. Claro, bajo la amenaza de que se dispararía contra las ventanas”, describe para la Televisión Checa, Karel Polata de la “Iniciativa A”. Así y sin quererlo, los que habitaban el edificio justo al frente del templo fueron los últimos testigos del combate de los paracaidistas checoslovacos.
El destino quiso que en ese mismo edificio viviera la familia Jesenský. Uno de sus miembros, Jiří, quien había colaborado con los paracaidistas. Así que a los Jesenský les tocó hacer como es estaban sorprendidos, que no sabían qué pasaba, menos quiénes eran los perseguidos. Los testigos que vivían en ese edificio recuerdan que sólo esa familia pasó tranquila. Polata explica que Jiří Jesenský ayudó a Josef Valčík y a Josef Gabčík, llevándolos a recorrer los alrededores de Štěchovice una localidad cercana a Praga. Buscaban un sitio para que otros paracaidistas pudieran descender.
Jesenský y 289 más morirían en Mauthausen

Cuatro días después del operativo, sigue Polata, Jiří Jesenský le habría confesado a su padre, en el mismo Templo de Cirilio y Metodio, que con mucha seguridad sería detenido. Estaba en lo cierto, los alemanes lo aprehendieron un par de horas después. Al final Jesenský y su esposa Žofií fueron transportados por los alemanes al campo de concentración de Mauthausen. Fueron un total de 290 los colaboradores de los paracaidistas. Todos fueron asesinados.
Sus nombres aparecen en la placa “Monumento Nacional a los Héroes de la Heydrichiada”. Sitio donde cada año, el 18 de junio, se concentran no sólo los praguense a rendirle homenaje a los que participaron en el atentado al protector Heydrich.
Noticia vuelta a imprimir por nuevo anversario. Publicada por primera vez el 18 de junio de 2020.