
Praga (echo24.cz) – En esta semana el país, y la vecina Eslovaquia, recordaron la invasión que sufrió el 21 de agosto de 1968 la entonces Checoslovaquia, para ponerle fin a ese experimento del “socialismo con rostro humano”. En Praga, el miércoles, miembros del movimiento STAN se congregaron en la Plaza del Castillo de Praga para recordar esa invasión, así como la brutal represión a la marcha de igual fecha, pero de 1969. Pero, STAN protestó aún más por que ese mismo día, 21 de agosto, el presidente Miloš Zeman recibió en el Palacio de Lány de manera formal y oficial al vicepresidente de la Cámara de Diputados y jefe del Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSČM), Vojtěch Filip. Ese mismo día, los que participaron de la marcha que organizó la plataforma “Un Millón de Momentos por la Democracia”, hizo un alto frente al edificio principal de los comunistas, en la calle Presos Políticos, para depositar ahí un ataúd y dibujar en el piso siluetas que representaban a las víctimas del comunismo.
El vicepresidente del Senado, Jiří Růžička (independiente elegido por TOP 09 y STAN), manifestó que el 21 de agosto de 1968 es el día de la decepción y que el 21 de agosto de 1969 es el día de la vergüenza. Destacó que recordamos 50 años desde que los representantes del Partido Comunista Checoslovaco firmaron la “ley del tolete”. Y hoy, el presidente de este país recibe en Lány al presidente del KSČM. ¡Cuánto homenaje a la Constitución!
Filip estuvo acompañado por la diputada Miroslava Vostrá y el Castillo de Praga publicó en su cuenta en “Twitter” la “foto familiar”. Además, está el canciller presidencial Vratislav Mynář. Horas antes de ese trino, por la mañana, el Castillo había puesto un comentario en recuerdo y homenaje a los acontecimientos de agosto de 1968.
Durante las protestas contra la ocupación, la manifestación al año de la invasión, murieron cinco personas en Checoslovaquia y decenas más quedaron heridas; todo cuando las fuerzas de seguridad salieron a disolver a los manifestantes. “En el año 1968 las cosas fueron aún algo transparentes. Teníamos aquí a nuestro Pueblo y en contra estaban los ocupantes. Un año después, las cosas eran diferentes. De golpe teníamos aquí a nuestra propia Policía Checa, al grupo de la seguridad nacional, a los milicianos, para que le demuestren a su propio Pueblo que ya no se tolera el expresar su propia opinión”, aseguró el jefe de STAN, Vít Rakušan.
“Nuestros políticos y en especial el presidente hacen, durante los últimos meses, de nuestra Constitución un vulgar calendario. La interpretan antojadizamente. Lamentablemente tenemos unos políticos tan débiles que ceden ante estas presiones, pienso particularmente en el primer ministro”, agregó Rakušan. En la marcha de STAN estuvo también la concejala de Praga, Hana Kordová Marvanová, quien durante los años 90 del Siglo pasado tomó parte de la creación de la Constitución Checa.