Praga – En pleno centro de Praga, en la calle Žatecká 4, fíjense bien… encontrarán la casa que fue construida en los primeros años del Siglo XX y en su puerta de entrada, arriba suyo, se encuentra una escultura muy llamativa del Diablo. Con unos pequeños cuernos en la cabeza, alas de murciélago y en sus manos sostiene una serpiente que está enrollada en un globo, que podría representar a la Tierra.
No se sabe el porque esta estatua fue colocada en este edificio. Lo que sí es verdad es que la figura del diablo está muy presente en las de Praga leyendas que hablan del principe de las tinieblas. Comenzando por la leyenda de uno de los patrones Checos que el santo San Pocropio, de él se dice que en el valle de Pokropské Udoli (El valle de Pocropio) peleó con el Diablo y lo venció y al derrotarlo le puso una cadena en el cuello, obligándolo a trabajar. Por eso siempre que veamos una estatua de él, aparece con una cadena en la mano y tiene su pierna derecha sobre una figura que parece un mono pero que en realidad es el Diablo.
También cuando uno va al Castillo de Vyšehrad en Praga, antes de entrar a la Iglesia de Pedro y Pablo se encontrará con una columna partida en tres y cuando entre al templo del Señor verá un gran mural que llama mucho la atención porque claramente se ve al Diablo volando con una columna en la mano.
La verdad es que ese dibujo tiene mucho que ver con la columna ya que supuestamente que el cura de la iglesia era un hombre muy bueno, pero con una debilidad: le gustaba mucho jugar a las cartas, y una tarde un hombre vestido de negro le presentó un libro y le dijo que si lo firmaba nunca más perdería jugando a los naipes.
Como como es de saber, siempre hay una condición para obtener la suerte o la fortuna en este caso; fue una limitación de tiempo, el sacerdote en cuestión desde el mismo momento que firmó el libro más nunca perdió una partida de cartas. A pesar de haber firmado siguió siendo muy devoto a las escrituras sagradas y a Dios, y empezó a tener miedo en la medida que se acercaba el día final de la fecha de su contrato.
Y cada día que pasaba se daba cuenta que el libro que él había firmado era el libro de las almas que compraba el diablo. Como nunca había perdido su Fé, se la apareció un ángel y le dijo: ”¡Tú has pecado, pero, sin embargo, nunca has dejado de ser devoto al Señor y siempre has sido bueno, por eso has sido perdonado! …Escúchame bien, cuando venga por tu alma, dile a tu cobrador que tu abogado defensor es Dios y también le dirás que le pagarás si el domingo antes de que termine la misa el puede traer una columna de la Iglesia de Santa María en Roma.
Así fue. Cuando se presentó en la iglesia del sacerdote éste le dijo lo que lo había dicho el ángel, al Diablo le pareció una tarea muy simple y se rio y le dijo: -”¡Sea, dalo por hecho!” El domingo cuando el cura empezó su sermón dominical, todos los presentes se dieron cuenta que la voz del cura temblaba, no sabían porqué tenía miedo y la misa parecía más que diálogo con Dios un rezo de perdón. El Diablo había salido muy temprano y riendo llegó a Bohemia mucho antes de que empezara el cura su misa. Inclusive el príncipe de las tinieblas tuvo tiempo para descansar un poco y cuando decidió proseguir, los ángeles le hicieron tres zancadillas y la columna se le cayó tres veces en las profundidades del río Moldava. Molesto, perdió mucho tiempo buscandola y cuando llegó a Vyšehrad la misa ya había terminado, así el cura salvó su alma.
Existe otra leyenda de que en la Monasterio de los Emauzy, el cual se encuentra en la calle Vyšehradská 49 en Praga, un día llegó el mismísimo Diaplo para cocinarle a los monjes de este templo. Narra la historia que Lucifer se quería llevar las almas de todos los monjes.

de dos puntas es característica
Y como muchas veces hasta el diablo tiene suerte, se enteró que los monjes buscaban un cocinero. Al poco tiempo de que el príncipe de las tinieblas empezara a trabajar en el monasterio disfrazado de cocinero, la humilde comida de los monjes se convirtió en exquisitos manjares repletos de delicadeces y comidas caras. Los monjes engordaban como cerditos que van al matadero.
Una noche, el prelado superior del convento que no podía dormir porque sentía que estaban viviendo en el pecado de la abundancia mientras otros no tenían ni un pan para llevarse a la boca, se dirigió a la capilla para rezar y pasó por delante de la cocina y escuchó al cocinero hablando con otro ser maligno sobre sus planes para robarles el alma a todos los monjes y ese sería su mayor triunfo.
El cura al oír al cocinero entró y lo maldijo echándole agua bendita inmediatamente el diablo se convirtió en un gallo.
También encontraremos otras casas donde se habla de la presencia del Diablo; por ejemplo la Casa de Fausto en la Plaza de Carlos o el Diablo de la Casa de la Cigüeña, que muchos la conocen como la casa de «Štorchův Dům» en la Plaza de la Ciudad Vieja.
En verdad la presencia del Diablo en Praga, es tal vez algo bastante común pues muchas veces están relacionados con la visión que tiene la sociedad checa con los elementos externo y su historia. Por ejemplo, si averiguamos veremos que dos de las casas en donde aparece la presencia del Diablo llevan nombres alemanes estamos hablando de la Casa de Fausto, la de Štorchův Dům o el Palacio de Černy.
En el caso de los Emauzy que se llama así gracias a que Jesús le predicó a estos apóstoles, pero también tiene un detalle curioso este monasterio lo construyó Carlos IV y el día de su apertura el mismo emperador recibió sus servicios religiosos. El nombre real de esta tierra sagrada es el Monasterio de los Eslavos, algo que si lo pensamos un poco notaremos que el lugar está muy conectado con identidad nacional y el Diablo que fue expulsado de allí podría ser interpretado como el enemigo que atacó la cultura y fue derrotado por la identidad de un pueblo que durante siglos estuvo dominado por otras naciones.
El Diablo también está presente en la construcción de otros templos religiosos como por ejemplo la iglesia de Carlo Magno en la Ciudad Nueva, cuando un joven enamorado que había recibido el visto bueno de Carlos IV para que construyera la iglesia. Pero todos los arquitectos con experiencia al ver sus planos decían que era imposible hacer esa cúpula que él proponía, se reían y le decían: -”¡Se te va a caer!”-
Un día un hombre le pidió que le firmara un documento y a cambio su iglesia no se caería y quedaría allí por los Siglos de los Siglos; el joven firmó, después mandó a colocar unos andamios de madera. Cuando estuvo terminada la iglesia nadie quiso quitar los andamios por temor a que se callera el templo, como nadie se atrevió el joven en cuestión le prendió fuego a los andamios. El humo tapó la iglesia y empezaron a caer las vigas de maderas que estaban en llamas, el ruido era tan grande, que parecía como si llovieran piedras y el humo no dejaba ver nada.
El joven arquitecto por miedo corrió en dirección al Moldava y al llegar al río se echó a nadar y más nunca nadie lo vio. Su cuerpo nunca lo encontraron y la iglesia continua de pie.
El puente más famoso de Chequia tiene una leyenda donde Lucifer está presente. El puente de Carlos, supuestamente allí donde hoy en día está la estatua de bronce de Juan de Nepomuceno, nadie podía terminar ese pedazo del puente, supuestamente esa era la venganza del santo que injustamente había matado Wenceslao IV.

Un día a uno de los albañiles que trataba de reparar el punto donde está hoy en día la estatua les llegó un hombre muy bien vestido y les dijo : -”¡Te puedo ayudar a terminar este punto, pero tengo una condición!”. El albaňil curiosamente le pregunto: ¿Cuál es tu condición?.
¡Qué cuando lo termines, la primera alma que pase a la hora de cantar el gallo anunciando la llegada del Sol será mía! Respondió aquel hombre de buenas vestimentas, muy alto y delgado con unos ojos muy hundidos y una mirada tan penetrante que podría atravesar cualquier piedra. Luego sacó un lápiz y le dijo: -”¡Pues, vale, firma aquí y estará todo arreglado!”-
El hombre firmo y cuando terminó de arreglar el puente y se acercaba la fecha de reapertura, se empezó a preocupar y por eso tuvo una idea, pensó en colocar un gallo para que fuera el primero en cruzar el puente y así nadie se iría con el diablo. En la noche escondió el animal pero Lucifer que ni es tonto ni perezoso cuando se dió cuenta de la trampa que le había preparado el albaňil, se vistió de obrero y fue corriendo hasta la casa de dicho albaňil, toco la puerta, salió su mujer embarazada y el Diablo le dijo: -”¡Seňora ha habido un accidente en el puente y su marido se ha caído y está muy mal herido!». La mujer desesperada y sin pensarlo fue al puente. Justo cuando cantó el gallo, ella estaba llegando al puente y ella se convirtió en la primera alma que pasó. Inmediatamente la mujer se cayó al río y desapareció en las aguas del Moldava.
Pero un datalle de esta leyenda es que el diablo sólo reclamó un alma pero la mujer estaba embarazada, pero el alma del niňo no se la pudo llevar, por eso dice la leyenda que si uno pasa de noche por el puente de Carlos y escucha el llanto de un bebé debería decir: ”¡Qué Dios te bendiga hijo mio!”- Esto sin mirar hacia atrás para que el alma del niňo suba tranquilamente al cielo pues es un alma pura y sin pecados.
Ahora bien, volvamos a la historia inicial, la del edificio de la Calle Žatecká 4, simbólicamente está muy bien equilibrado ya que sobre la figura del diablo, esta una imagen de colores de una virgen adornada con guirnaldas de flores en la segundo piso y está dedicada a los espíritus, a los cielos y a los poderes divinos, mientras que la parte inferior está dedicada a los instintos, a lo maligno y al infierno, tal vez como haciéndonos recordar que siempre vamos a tener que enfrentarnos con estas posiciones tan antagónicas cada vez que tomemos una decisión personal.

a la Madre de Jesús
Cabe destacar que el diablo alado está del lado izquierdo de la entrada lo que nos traslada a “La vía de la mano izquierda”, es decir a la magia negra.