Praga – En una esquina del Nuevo Ayuntamiento de Praga hay una estatua esculpida por Ladislav Šaloun, de principios del Siglo pasado. A veces cuando caminamos por Praga podemos pasar por accidente por este edificio, allí anteriormente estaba la casa de un noble muy rico, hoy en día en ese lugar está la sede del gobierno de la ciudad de Praga. Delante de él hay una estatua que nos hace recordar a Darth Vader, a ese personaje famoso de “La Guerra de Las Galaxias”.
Si uno tiene suerte al pasar por el edificio, a lo mejor podrá escuchar a un guía turístico contándole a sus clientes, las historia de la famosa estatua. Algunos dicen que el diseñador del personaje de la saga cinematográfica “La Guerra de Las Galaxias” estaba en Praga cuando los productores de la primera película recibieron el visto bueno para rodar la ya famosa serie.
Supuestamente el diseñador se inspiró en esta estatua por el gran parecido que tiene con Darth Vader. Ahora, si esto es verdad o sólo una de las tantas leyendas que se inventan los profesionales del turismo para hacer mucho más divertido su recorrido, es algo que sólo lo sabrán las personas involucradas en la historia.
Pero lo que, si es cierto es que existe una leyenda sobre esa estatua negra: …en ese lugar vivía una joven muy bella de cachetes rosados, ojos azules y un pelo castaño muy liso que tenía una sonrisa que armonizaba con el resplandor del Sol. Ella tenía un amado que era un noble con un mucho temperamento y muy celoso, un día al noble hidalgo que siempre cargaba una armadura de hierro negra como vestimenta, le pareció que la muchacha había intercambiado miradas con otro hombre. Sin más pensarlo, el hidalgo sacó su espada y la atravesó, la chica se fue desplomando poco a poco ante los pies de su amante, mientras caía lentamente lo miraba con un rostro que claramente reflejaba el dolor de la herida que le había producido el sable y se podía leer entre sus lágrimas la pregunta que nunca le formuló al noble: ¿Por Qué?…
Antes de morir la joven doncella lo maldijo, diciendo estas palabras: ¡Que tu alma se convierta en hierro, para que te quedes penando hasta que otra doncella te rescate de tu cárcel!
El tiempo fue pasando y la casa que estaba allí pasaba de dueño en dueño, y la historia del celoso hombre ya se había olvidado. Un día se mudó a la casa una familia que tenía una hija tan hermosa como la ya olvidada y asesinada novia del noble con la armadura negra. La chica en cuestión parecía la hermana gemela de la ya difunta novia.
Una noche la chica estaba en su casa, ya era bastante tarde y su madre se había acostado a dormir, había Luna llena y para ignorancia de ella, se cumplian los 100 de la olvidada tragedia, del asesinato de la muchacha que había vivido mucho antes allí.
el autor del conjunto de esculturas de Jan Hus en la Plaza de la Ciudad
Vieja, a unos cuantos pasos de «Dartf Vader»
Todo se puso húmedo y todo el hierro que se encontraba en la casa empezó a sonar como cuando suenan la piezas de hierro de los barcos en plena tormenta de alta mar. De pronto, ella vio como de la nada salió de la pared un hombre vestido con una armadura negra, ella lo primero que pensó es que era el diablo y venía por ella. Sus piernas se paralizaron y por eso no salió corriendo mientras el miedo se apoderaba de todo su cuerpo y sentía un estraño frío en el estómago.
El hidalgo al darse cuenta del temor de la joven levantó su mano derecha para tranquilizarla y le dijo: ”No temas, no te haré daňo”… Durante el resto de la noche él, le contó toda su historia y le pidió que por favor volviera a venir al día siguiente, «por la noche para que puedas salvar mi alma»… Pero también le pidió que no se lo dijera a nadie pues de otra forma el seguiría vagando 100 años más.
Pero la doncella que al principio había aceptado hacerlo, también tenía un poco de miedo así que decidió consultarlo todo con su madre, y al otro día en vez de esperar al hidalgo la joven lo hizo la madre. Este al ver a la mujer pegó un grito de dolor y desapareció entre las grietas de las paredes. Por eso su espíritu hasta el Sol de hoy sigue vagando.
Lo que si es cierto que el parecido del noble con Darth Vader no solo está en lo figurativo, sino que también ambos perdieron su alma por dejarse dominar por las pasiones.
