Praga (novinky.cz) – Los Servicios Penitenciarios de la Rep. Checa decidieron el año pasado encontrar la respuesta a cómo está el tema de las drogas dentro de las cárceles checas. Y por ello se pusieron a analizar las aguas residuales de dos prisiones. Sus resultados permitirán ahora hacer las correcciones necesarias para mejorar las medidas de control aunque también tener controles más eficientes sobre los presos, por la presencia de sustancias psicotrópicas.
Hay que indicar que una metodología similar, de poner a pruebas las aguas residuales, las usa incluso la Central Nacional Antidrogas de la Policía (NPC por sus siglas en checo), para poder detectar en dónde hay laboratorios o “cocinas” de narcóticos. Las drogas son un problema desde hace tiempo en las cárceles checas más allá de que la Ley las prohíbe. Por ello, los Servicios Penitenciarios (VS ČR) empezó a cooperar con la Escuela Superior Tecnico Química de Praga. Los resultados de las pruebas permitirán establecer un régimen de medidas en las cárceles y también para seleccionar el tipo de pruebas que se aplicarán a los presos para detectar la presencia de drogas en los organismos de los presos. Informó la portavoz de VS ČR, Petra Kučerová.
Precisa que se trató de un proyecto piloto que buscó precisar en qué período, cantidad y tipo de droga que se consume más. Las muestras se tomaron de manera anónima, se obtuvieron de la canalización de salida, donde se concentra todas las aguas de una prisión. La portavoz indicó que independientemente del proyecto, ya el año pasado se hizo un control similar en una prisión praguense. En ese caso VS ČR cooperó con el Instituto de Investigación del Manejo de Aguas TGM de Praga 6.
Lamentablemente la portavoz no quiso revelar los resultados, ni de la medición de este año ni la del pasado; por motivos estratégicos. Aunque también, explica, por la poca cobertura de la medición, por lo que no se puede sacar una conclusión representativa a nivel nacional.