Como todas las Navidades las luces de Adviento del Puente de Carlos en Praga, son iluminadas por un farolero muy especial, dejando un ambiente romántico y bohemio. Concretamente el farolero Jan Žákovec vestido de la época de la Primera República, ilumina las lámparas de gas del Camino Real de Praga.
Se llama Jan Žákovec, y además de ser el farolero más alto del mundo con 2.05 metros de altura, es también el vicepresidente del Gremio de Faroleros y director del Museo de la Fábrica de Gas. Desde el último domingo de noviembre, que arranca el periodo de adviento navideño en Praga, enciende manualmente las lámparas de gas, hasta el penúltimo día de Navidad.
Si viajas a Praga no puedes perderte la experiencia de ver una estampa detenida en el tiempo que hacen aún más mágico el Puente de Carlos de Praga. En estas fechas, entre las 16:00 y las 17:00, puedes encontrarte a este hombre entre la plaza Křížovnické náměstí y la Ciudad Pequeña, cruzando el Puente de Carlos.
Iluminación del Camino Real de Praga
La iluminación parte del sur, desde la Torre de la Pólvora hasta la Plaza de la Ciudad Vieja, y desde allí hasta la calle Karlova. La segunda parte conduce por la calle Rytířská hasta Uhelný Trh. Esta iluminación especial volvió a emplearse desde el 2010 y el único puente del mundo iluminado por lámparas de gas es el Puente de Carlos.
Las tres lámparas históricas originales que quedan son las dos lámparas de ocho brazos, una en la plaza Hradčanské (plaza del castillo), y la otra en la calle Loretánská. Mientras que la tercera que tiene cuatro brazos esta en la plaza Dražické, el resto son actuales. Haciendo que Praga se la octava ciudad con más luces de gas en el mundo. Berlín es la primera, con casi 30.000 lámparas, luego Düsseldorf, Frankfurt, Boston, Londres, Baden-Baden.
Las lámparas de alumbrado público en las calles de Praga funcionan desde el siglo XVIII. Y en 1723, se encendieron 121 lámparas de aceite en la Ruta Real desde Hradčanské náměstí hasta la Puerta de la Pólvora. Alimentadas con una variedad de grasas. Solo la introducción del gas, el 15 de septiembre de 1847, marcó una revolución revolucionaria en el alumbrado público.
Como se encienden
Estas lámparas de gas de dos metros de largo se encendían tirando de un balancín que abría el suministro de gas, y el farolero acercaba una llama. Hoy en día se enciende con una chispa eléctrica, excepto en el periodo de Adviento en Praga que se hace de manera manual, por la parte de arriba. Aunque otra variante era dejarlas encendidas todo el día, con más intensidad por la noche, y menos por el día.
Con la época de esplendor de los años 20, hasta 140 faroleros se hacían cargo de las 7.500 lámparas de gas. Y con la Segunda Guerra Mundial empezó la decadencia hasta 1985 que se apagaron las últimas lámparas de gas.
Si viajas a Praga o vives aquí, recuerda esta tradición de rememorar tiempos antiguos de encender las luces de Adviento del Puente de Carlos en Praga. Que te iluminaran en la oscuridad de la bella Praga, en un periodo mágico como es la Navidad.
Si te encuentras al farolero del Puente de Carlos y te haces una foto con el, puedes enviárnosla al correo electrónico de Viviendo Praga. Y si quieres vivir al máximo las Navidades en Praga puedes ver más artículos en Viviendo Praga.