-Hola Tía. Lindo que nos encontremos en la Plaza Vieja con el enorme arbolito de Navidad lleno de luces.
-Sobrinito del alma es diciembre y la plaza está llena de ángeles y diablos; como todo el país.
-Oh Tía contame, ¿diablos en todo el país?
-Si sobrino. A mi me encanta vivir en Praga porque hay muchos ángeles. Es decir es una mágica ciudad del siglo XIV. Es muy limpia. Casi no hay desempleo, solo un 4 por ciento lo cual es nada. Los jubilados como yo recibimos 500 Euros por mes.
-Tía es fantástico.
-No solo eso, hay excelentes hospitales y médicos muy buenos. Y todo es gratis. Y fijate que la Dra. Bendová me salvó la vida.
-Sí, estoy de acuerdo, y también tienen un sistema de transporte público que te lleva a cualquier lado y es gratis para los jubilados.
-Si sobrino y de Praga podes viajar a cualquier lugar del mundo por pocos Euros.
-Y decime Tía: ¿quiénes son los diablos en Praga? Porque vos pensas que aquí hay muchos diablitos.
-El diablo se enoja con los ángeles tanto que no permite que la gente sea religiosa. No hay casi curas ni monjas y las Iglesias están casi vacías. Solo menos del 10 por ciento de los checos son creyentes. Y a la gente esconde sus emociones. Te aman pero no te lo demuestran. Y es por eso que el nivel de divorcios es casi el 60 porciento.
-Ah Tía, tenés razón, necesito como escritor la emoción de alguien que me abra el corazón.
-Sobrino, la corrupción es muy alta a todo nivel. En esta semana acaban de detener a un Juez. ¡Increible! Como se decía ya hace años: el que no roba, no es un checo.
-Muy triste ese dicho. Pero hay algo muy positivo en la criminalidad aquí y es que hay pocos asesinatos. No se matan, no te matan. Y puedo regresar a casa a medianoche y nadie me asalta. En Buenos Aires o Río o Bogotá no llegás a casa.
-Sobrino, vamos a cenar te invito a comer pato se que es tu plato preferido. E invitemos a este trío maravilloso. Y celebremos con los ángeles, diablos y Santa Claus.