Esta noche del 5 de enero a la madrugada del 6 de enero se cumplen 136 años esquiando en la República Checa gracias a Josef Rössler-Ořovský. Quien se deslizó por la plaza de Wenceslao en Praga con los primeros esquís que llegaron a tierras checas.
En 1887 con diecisiete años recogió un paquete en la oficina de aduanas. Donde los funcionarios locales negaron con la cabeza sin saber para qué se podían utilizar esos tableros, los esquís. Josef tuvo suerte de que hubiera suficiente nieve en Praga y esa noche fue con su hermano a probarlos en la Plaza Wenceslao. Y ese mismo año fundó un club de esquí, la primera asociación de esquí fuera de Escandinavia.
Josef Rössler-Ořovský se formó en Sokol, esgrima, remo, patinaje, atletismo, piragüismo, vela, fútbol y tenis. Bajo el Imperio Austrohúngaro estuvo en el nacimiento de la mayoría de las asociaciones deportivas checas. Como árbitro, dirigió el primer derbi de fútbol Sparta-Slavia. Llegando a ser cofundador del Comité Olímpico Checo.
Pero sobre todo gracias al joven polivalente deportivo y promotor, cuando estaba prohibido que los jóvenes practicaran cualquier deporte, logró fundar ya en 1881 el primer Club de Patinaje con sus amigos. Esquivando a las autoridades del imperio.
El club de patinaje fue tan popular que el número de sus miembros creció rápidamente. Así que Josef decidió encargar varios pares de patines y pidió en Estocolmo a la empresa Heude y Gustafsson una lista de precios. Firmando el pedido bajo su nombre al lado de nombre del Club de patinaje de Praga.
Los comerciantes suecos no tenían idea de lo que significaba la palabra «patinaje», por lo que tradujeron el nombre de la asociación como club de esquí. Por lo que a la lista de precios de los patines añadieron los precios de los esquís.
Esquiar un deporte desconocido en República Checa
No solo para Josef, sino para toda la República Checa, esquiar era algo desconocido. De tal manera que cuando Josef vio el equipo deportivo quedó tan inmerso que pidió dos pares de esquís, para él y su hermano menor Karel. Un modelo del tipo noruego llamado Telemark y el otro del tipo sueco. Los oficiales de aduanas cuando los vieron y que no sabían de que se trataban los despacharon como remos.
Ansiosos los hermanos y aprovechando la nieve en Praga, entrada la noche con las calles vacías se dirigieron directamente a la Plaza Wenceslao con los esquís. Después de haberlos probado primero el jardín de su casa, se lanzaron con sus esquíes desde el Museo Nacional de Praga que se estaba construyendo, por la plaza Wenceslao hasta llegar a Můstek.
Los hermanos emocionados con el esquí inmediatamente comenzaron a enseñar a sus amigos a esquiar. Así que decidieron comprar más esquís. A los que luego siguieron cinco pares de esquís finlandeses de Estocolmo, un par de esquís rusos de San Petersburgo y tres pares de esquís Trysyll de Kristianie. Tal y como se puede leer en su diario, que está en el Museo Nacional.
Fundando ese mismo año el Club de Esquí en Praga, que fue la primera asociación de esquí en Europa Central. Y desde entonces han pasado 135 años esquiando en la República Checa todos y cada uno de los niños y adultos del país.
Y si te animas a esquiar la temporada de esquí 2021-2022 ya está aquí.