A partir del primero de enero de 2023 daremos el adiós definitivo a los coches de caballos turísticos en la ciudad de Praga como planteo el año pasado la Municipalidad. El ayuntamiento avisó el año pasado de la intención de eliminar esta industria turística alegando que nada tiene que ver con la ciudad y por el bien de los animales.
En la ciudad según el concejal Adam Zábranský los coches de caballos ya no encajan con la visión del ayuntamiento, que busca un turismo de calidad. Alegando también que son un problema, dada la cantidad de turistas en el centro de la ciudad. Además de que el ayuntamiento también se ha planteado el tema del bienestar animal.
Por lo que, aunque no prohíbe los carruajes, si va a dejar de apoyarlos la ciudad. Eliminando los lugares para estacionar los carruajes en Stromovka y en la Plaza de la Ciudad Vieja. Aunque el concejal Jan Chabr dijo que la municipalidad garantiza la posibilidad de llegar a acuerdos con los operadores de coches de caballos. Incluyendo la posibilidad de dar un nuevo hogar para los animales.
Entre los atractivos turísticos que ofrece el centro, la ciudad ha prohibido anteriormente, entre otras cosas, los carritos segway y las llamadas bicicletas cerveceras. Incluyendo las representaciones con disfraces gigantes como los pandas. También hay una discusión sobre los patinetes eléctricos compartidos, cuyo uso central y los vecinos del lugar se quejan del uso irresponsable.
Lucha para abolir los coches de caballos en Praga
La lucha por parte de los activistas para acabar con los coches de caballos en Praga ha sido constante durante años y por fin lo han conseguido. Todo este tiempo han estado luchando por los derechos de los animales. Que han calificado de abusiva y cruel a la industria de los caballos de carruaje. Mientras que propietarios y defensores han alegado que los caballos son tratados con humanidad. Además de que los carruajes son un vínculo romántico con la historia, y que proporcionan empleo y atraen a los turistas.
Sin embargo la práctica puede ser cruel, ya que los caballos pueden desarrollar enfermedades respiratorias por los gases de escape. Y pueden sufrir problemas debilitantes en las piernas al trotar sobre superficies duras todo el día.
Además de que la ciudad es un ambiente agresivo para los animales que se sobresaltan fácilmente. Ya que son extremadamente sensibles a los ruidos fuertes e inesperados. Como pueden ser el ruido de las obras, el transporte y otras fuentes de ruido.
Así que esta vez si parece un adiós definitivo a los coches de caballos en Praga.