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Hoy es el aniversario de los Acuerdos de Múnich de 1938 donde los aliados de Checoslovaquia traicionaron a todos los checos a sus espaldas.
La reunión se convocó para el 29 de septiembre, mientras que los Acuerdos de Múnich fueron aprobados en la madrugada siguiente. Los acuerdos los firmaron Adolf Hitler, Benito Mussolini y por otra parte Arthur Neville Chamberlain y Édouard Daladier. Mientras la que la parte implicada, Checoslovaquia, ni siquiera fue invitada. Con la firma los alemanes consiguieron la incorporación de los Sudetes de la parte de Checoslovaquia a la Alemania nazi y forzaron al gobierno checoslovaco a aceptarlo.
Situación que rodeo a los acuerdos de Múnich
Quiénes fueron los aliados de Checoslovaquia
Como primer aliado se encontraba Francia, pero se contaba también con la ayuda de la Gran Bretaña. Y por último la Unión Soviética.
Qué fueron los Sudetes
Los Sudetes fueron las regiones fronterizas checas donde hasta 1945 la mayoría de los habitantes fueron alemanes. Aunque estas regiones le pertenecieron indiscutiblemente a Chequia ya desde el siglo X.
Por qué Alemania quiso anexar los Sudetes
En esos tiempos la Alemania de Hitler trataba de extender su territorio y llegar a dominar a otros países. Una de las maneras de hacerlo fue a través de las minorías alemanas en otros países.
Concretamente en los Sudetes checos residía una importante minoría de población alemana. Que alegó que sufría discriminación por parte del gobierno checoslovaco, e inició un movimiento separatista fomentado desde Berlín, la capital del III Reich alemán. Para ello adoptaron la idea nazi alemana y pidieron anexión a Alemania. Francia y la Gran Bretaña creyeron en los alemanes de los Sudetes, pero el gobierno checoslovaco se negó a perder las tierras que siempre le pertenecían.

Preparados para luchar
El 23 de septiembre el presidente checoslovaco Edvard Beneš declaró la movilización general y miles de hombres checoslovacos empezaron a prepararse para la guerra. El ejército checoslovaco contaba con la ayuda del ejército francés y soviético. Sin embargo, los políticos de Francia y de la Gran Bretaña todavía recordaban los daños causados en la Primera Guerra Mundial y preferían evitar una nueva guerra. Esto es conocido como la política de apaciguamiento.
En ese momento más de un millón de hombres checoslovacos llevaban siete días preparándose para la guerra. Sin embargo al no contar con la ayuda del ejército francés ni británico y tampoco del soviético, Checoslovaquia tuvo que rendirse.
Qué significaba eso
Los políticos europeos, sobre todo el primer ministro del Reino Unido Chamberlain, actuaron muy benévolos a las constantes violaciones de Hitler a varios tratados internacionales, solo para evitar un nuevo conflicto armado.
No intervinieron ni siquiera cuando Alemania anexó a Austria. Quedando Checoslovaquia rodeada por enemigos y por la Alemania nazi en el norte, occidente y sur.
La cesión de los Sudetes ya había sido acordada por los signatarios del Pacto en las negociaciones previas, que habían dado comienzo en agosto de 1938. Gran Bretaña y Francia, que deseaban evitar una nueva guerra a cualquier precio, cedieron ante Hitler a cambio de que éste se comprometiera a no exigir la soberanía sobre más territorios europeos.
El primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain, confiaba en que estas concesiones alentarían a Alemania a establecerse como una potencia pacífica dentro de Europa. Siendo los Acuerdos de Múnich culminante de esa política de concesiones a los alemanes.
Reunión que se produjo el 29 de septiembre de 1938, en la que Hitler invitó a los representantes de Francia, Gran Bretaña e Italia a Múnich para decidir sobre los Sudetes. Mientras que los representantes checoslovacos no fueron invitados, estaban esperando en el vestíbulo. Por eso estos Acuerdos de Múnich los conocidos también como Acerca de nosotros sin nosotros. Para recordar hoy que es el aniversario de los Acuerdos de Múnich.
A partir del Acuerdo
El 1 de octubre de 1938 era la fecha en la que debía comenzar la evacuación checoslovaca de la región de los Sudetes. La ocupación alemana de los cuatro distritos especificados se produciría en fases sucesivas desde el 1 hasta el 7 de octubre. Pero el tratado no solo contemplaba la zona de los Sudetes, sino que el destino de otros territorios con población mayoritariamente alemana sería establecido por una comisión internacional. Esta comisión formada por delegados de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Checoslovaquia tenía que controlar el plebiscito que se celebraría en otras zonas en disputa.
Por otra parte se decidió que si las peticiones de las minorías húngaras y polacas no se hubieran satisfecho en tres meses, se convocaría una nueva conferencia. Pese a esta traición Gran Bretaña y Francia añadieron una cláusula adicional por la que se comprometían a garantizar el mantenimiento de las nuevas fronteras de Checoslovaquia ante posibles agresiones, condición que fue aceptada por el gobierno alemán.
Ya que también Polonia y Hungría consiguieron gran parte del territorio checoslovaco que ambicionaban. Al insistir en que la comisión internacional manejara los datos del censo establecido en 1910 por el Imperio Austro-Húngaro en lugar de los del censo checoslovaco de 1930, Alemania reclamó otras áreas pobladas mayoritariamente por checos.
Por ello en el sur de Eslovaquia donde vivía una gran minoría de húngaros, en noviembre de 1938 después del Arbitraje de Viena Checoslovaquia tuvo que cederle otros territorios a Hungría y Polonia, entre ellos también territorios donde la mayoría eran eslovacos.
Tras la partición entre sus vecinos, Checoslovaquia perdió una parte considerable de su territorio total.
La posterior ocupación alemana en Checoslovaquia
Los alemanes marcharon sobre Checoslovaquia en marzo de 1939 y la mayor parte del país pasó a constituir el protectorado alemán de Bohemia-Moravia. Dando fin así a los acuerdos del Pacto de Munich y Gran Bretaña comenzó a desconfiar de las intenciones de Hitler. Ante esta situación, Gran Bretaña optó por garantizar la integridad de las fronteras de Polonia.
Por ello el 23 de agosto la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas firmó un pacto de no agresión con Alemania, el llamado Pacto Germano-soviético. Con el fin de evitar una guerra y repartir las posibles áreas de expansión soviética y alemana según sus propias esferas de influencia.
El 1 de septiembre Hitler lanzó un ataque sobre Polonia confiando en que Gran Bretaña y Francia no intervendrían. Pero por el contrario ambos países declararon inmediatamente la guerra a Alemania, lo que marcó el comienzo de la II Guerra Mundial.
Tanto los Acuerdos de Múnich como el Arbitraje de Viena se declararon inválidos después de la Segunda Guerra Mundial y Checoslovaquia recuperó sus territorios. Aunque no hay que olvidar que hoy es el aniversario de los Acuerdos de Múnich.
Aniversario de los Acuerdos de Múnich de 1938.