
Praga (MfD) – El diario “Mladá fronta Dnes” trae en su primera página la noticia sobre cómo el contraespionaje checo BIS logró impedir el tráfico de motores para tanques desde la Rep. Checa hacia la Rep. Popular Democrática de Corea. Citando fuentes reservadas, tanto diplomáticas como del mundo del espionaje, menciona que los agentes de BIS descubrieron que un empleado de la embajada de Corea del Norte, que había estudiado en la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga, se convirtió, gracias a su conocimiento del checo y lazos en el país, en empleado de la embajada y luego fue captado por el espionaje norcoreano.
Ese norcoreano residía en la Rep. Checa desde mediados de los años 70 del Siglo pasado. El BIS se enfocó a sus reuniones y comunicaciones, gracias a lo cual encontró que trabajaba en temas mucho más importantes. “Tan sólo la manera en que comunicaba con su alrededor provocó sospechas: tenía decenas de tarjetas SIM y varios teléfonos celulares, los que cambiaba constantemente, igual que cambiaba sus direcciones de correo electrónico. Las comunicaciones que el BIS logró interceptar no daban mucho sentido. El diplomático usaba claves y las cosas importantes nunca las resolvía por teléfono”, escribe el diario.
Aún así, los oficiales del BIS tuvieron claro que al menos una palabra era importante: “krém”. Palabra que aparecía incluso en los mensajes de la embajada en Praga a Pyongyang. Por mucho tiempo no supieron qué significaba esa palabra, pero sí descubrieron que ese diplomático en Praga estaba bajo la dirección de un muy alto cargo del espionaje norcoreano. Específicamente de lo que se conoce como “La Oficina 39”, encargada de garantizar los recursos y productos para los más altos cargos de Corea del Norte.
Al final, el BIS descubrió que la “operación krém” consistía en contrabandear a Corea del Norte motores de tanques, una parte del alijo debía salir desde Praga. Hablamos de los motores V-46 y V-84, pensados en principio para los tanques UTD-20. Esos motores se usan en la Rep. Checa en los tanques T-72, de producción soviética. El viaje iba a ser largo, con varias escalas, pensado como “re-exportaciones”, pasando por Moldavia, Ucrania y China. La idea era, debido a las sanciones sobre Corea del Norte, ir cambiando el contenido declarado de la exportación. Así, de la Rep. Checa debían salir “motores para tanques” y en Moldavia debían convertirse en “motores para buques de pesca”, en Ucrania debían convertirse en “motores para generadores”.

como único, que los coreanos del norte desearon obtener
motores para sus tanques, pero, aún algo más…
“Mladá fronta Dnes” explica que una forma similar, exportaciones con escalas donde se cambia el sentido de lo exportado, eligieron los norcoreanos haceo poco para poder contrabandear dos limosinas “Mercedes Benz Maybach” para Kim. Los coches entraron vía Corea del Sur, China, Japón y Rusia. En el caso de la transacción checa, sigue el diario, la operación avanzó hasta el punto final; “los norcoreanos abrieron una cuenta en un banco suizo, a la que giraron la cantidad de dinero pedido como depósito”.