Este fin de semana ya todos hemos notado la carrera de los precios de los combustibles, tanto de la gasolina como del diésel, a la hora de repostar. Es cierto que desde hace tiempo el precio estaba subiendo, pero era a cuenta gotas, hasta esta semana. Después de varios meses haber estado a precios mucho más bajos.
Esto se debe a que el precio del barril de crudo Brent subió a 80 dólares, cuando la última vez que estuvo a ese precio fue en octubre de 2018, según datos de Bloomberg. Y aunque Bank of America ya advirtió a mediados de septiembre que el precio del petróleo podría alcanzar los 100 dólares el barril de Brent este invierno, nadie fue consciente.
La principal razón del fuerte aumento de los precios es la falta de petróleo. Y esto implica que, la situación no mejorará en el futuro siendo probable que la escalada de precios seguirá durante los próximos años. Las existencias de petróleo en Estados Unidos son las más bajas en tres años, con un consumo de combustible récord. En Europa el consumo está en máximos de hace diez años. Mientras que en China, el consumo de petróleo es un 13% más alto que el nivel antes de la pandemia. Datos aportados por la empresa de inversiones de Finlord.
Precios de la gasolina y el diésel en República Checa
Siguiendo la evolución del mercado de la gasolina y el diésel, en la República Checa, durante el invierno puede llegar a precios del año 2012. Cuando en Praga los precios promedio, tanto de la gasolina como el diésel, estaban alrededor de 40 coronas el litro. Que si hacemos caso al banco americano esto sería el escenario más realista en un futuro próximo.
Por otro lado las estaciones de servicio en la República Checa están encareciendo los combustibles de manera más rápida para recuperarse después de la crisis pandémica. Ayudados por la inflación que crece más rápido y los conductores están dispuestos a pagar márgenes más altos en las estaciones de servicio. Considerando las subidas como aceptables debido al aumento de precios en la economía en general.
Afortunadamente para los que tienen vehículos diésel, los precios no están creciendo tanto. Ya que cuenta con impuesto especial sobre el diésel de reducción del precio aprobado durante este año.
Sin embargo los precios son los que son, y el precio medio de la gasolina supera las 34 coronas por litro por primera vez desde diciembre de 2014. Mientras que por el diésel pagamos más de 32 coronas, el precio que iguala al enero del año pasado.
De esta manera vemos como el precio de la gasolina es más cara en más de 6,20 coronas checas, en tan solo un año. Pagando los precios más caros en Praga, donde la gasolina cuesta casi 34,60 coronas y el diésel 32,79 coronas por litro. Las zonas más baratas llegan a pagar casi una corona menos. Parece que empieza la carrera de los precios de los combustibles, desafortunadamente.