Bratislava (ta3.com) – La presidenta eslovaca, Zuzana Čaputová, tuvo este jueves 2 de enero su primera ceremonia, como jefa de Estado, en la que confiere las más altas condecoraciones de Eslovaquia. Lo hace con motivo del XXVII Aniversario del nacimiento de este país centro europeo. La presidenta condecoró a 20 personalidades de la vida social, cultura, deportiva. Hubo ocho mujeres y 12 hombres. Entre los condecorados, tres están ya muertos. Destaca la abogada y política checoslovaca Milada Horáková, quien en 1950 fue víctima de lo que se llama “asesinato judicial”, tras haber sido encontrada culpable en un proceso montado por los comunistas.
Milada Horáková, víctima de un proceso fraguado por los comunistas
Čaputová destacó que condecora a Horáková por sus servicios a la Democracia y a los Derechos Humanos. Le confirió «in memoriam» la Orden de la Doble Cruz Blanca de I Clase, es decir, la más alta condecoración que Eslovaquia le puede dar a un extranjero. La condecoración la recibió Erika Mačáková, miembro del “Club Milada Horáková”.
La abogada y política socialdemócrata fue ajusticiada en la prisión de Praga Pankrác por espionaje y traición a la Patria. Así, Horáková y otros 12 condenados, se convirtieron en símbolo de la resistencia al Partido Comunista Checoslovaco. En el año 1991, el entonces presidente checoslovaco, Václav Havel, le concedió la Orden T.G. Masaryk en I Clase. También in memorian.
Los otros condecorados
La presidenta condecoró también a personalidades vinculadas a la caída del comunismo; como a Peter Zajac y a František Mikloško; ambos políticos en la época alrededor de 1989. También premio a Zuzana Mistríková, quien durante la Revolución de Terciopelo, estuvo entre los líderes del movimiento estudiantil anticomunista.
También recibieron condecoraciones Branislav Tvarožek y Martinec Janec, de la resistencia. «In memorian» se condecoró al primer médico de origen romaní en Checoslovaquia: Ján Cibuľa. En la lista está también Silvia Pastoreková, especialista en virus y Alžbeta Rajterová, exjefe de la Filarmónica Eslovaca.
“Cada persona quien, día a día trabaja conscientemente para si mismo, para sus cercanos, para su comunidad o la región, trabaja también por su Patria. Por lo que queremos agradecerles por que con su sacrificio contribuyen a una meta, que debería ser la de todos unidos. Cada persona que hace su trabajo en la mejor forma que puede, quien defiende los valores humanos incluso en tiempos difíciles y a desmedro de su beneficio, es un patriota”, indicó Čaputová. La presidenta confiera las condecoraciones a propuesta de la Asamblea Nacional, aunque ella también puede darlas a quien estime conveniente.
Eslovaquia posee las siguientes condecoraciones estatales: Orden de la Doble Cruz Blanca (en su versión civil y militar), Orden Andrej Hlinka, Orden Ľudovít Štúr (versión civil y militar), Cruz Milan Rastislav Štefánik, la Cruz de Pribiny la Medalla del Presidente de la Rep. Eslovaca. Salvo la última, las demás condecoraciones estatales poseen tres clases. La I Clase se confiere por el más alto nivel de servicio o entrega del galardonado. Aparte de esas condecoraciones, el presidente eslovaco confiere también la “Medalla a la Valentía”, exclusivamente del ámbito militar.
