
Praga (DenikN.cz) – La Universidad Palacký de Olomouc ha empezado a revisar cuál será el futuro del “Instituto Confucio”, cuya sucursal ampara. Es una institucio de la que, en el mundo, se sospecha que busca propagar la influencia del Partido Comunista de China e interfiere con los principios de la libertad académica. Esto ha hecho que varios centros de educación superior del mundo cancelen sus cooperaciones con organizaciones financiadas por el Gobierno Chino. Esa Universidad incluso reconoce que en las horas que son pagadas por Beiyín no se habla sobre los Derechos Humanos.
Discuten el futuro del «Instituto Confucio»
La semana anterior se abrió la discusión en el Consejo Académico de la Universidad Palacký sobre el futuro del “Instituto Confucio”. Su rector, Jaroslav Miller, destacó que como centro de enseñanza superior son “los más havelianos del país”. Es decir, los más apegados a los principios que defendía el exdisidente y expresidente Václav Havel. Recordó que la prueba está en que ahí tienen contratados a dos científicos y a académicos que son perseguidos por el régimen totalitario chino. Eso no lo hace ninguna otra universidad.
Ahora hay que analizar qué pruebas hay sobre ese vínculo Instituto – Partido Comunista Chino y los riesgos a la seguridad y libertad académica. La decisión que se tome demostrará qué tipo de valores defiende el Consejo Académico. El “Instituto Confucio» se orienta a la cultura chino y al idioma chino. En la Universidad organiza no sólo horas enfocadas en el idioma y a China, sino también proyecta películas y apoya el intercambio de estudiantes. Los gastos se cofinancian entre la Universidad Palacký y la ONG “Hanban”, que es financiada por el ministerio chino de Educación.
En la reunión, el rector Miller aclaró que él tiene una posición neutral hacia el “Instituto Confucio”, señaló que todo está en discusión, por lo que todas las opciones están abiertas. Dependerá de la decisión final que se vote, para saber si se cierra o no esa sucursal. Lo que implicará que pierdan una parte del dinero que “Hanban” aporta. Durante los últimos cinco años han sido más de 12 millones de coronas, sólo para la financiación de las horas. Bajo amenaza quedarían incluso los intercambios de estudiantes y los acuerdos de propagación de la cultura china (que la Universidad de Olomouc tiene firmados con otras escuelas y universidades).

Indiquemos que el debate sobre el futuro de ese Instituto empezó el mes anterior, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Palacký. Que es la que tiene la sucursal del instituto chino. Pero, terminó después en el Consejo Académico de toda la Universidad. “La discusión no es sobre si debe enseñarse la cultura china ni cómo la enseñan nuestros educadores en el Instituto Confucius. Lo que me molesta es que como Universidad cooperamos con un mecanismo oficial de propagación de un régimen totalitario. Si queremos enseñar el chino, lo podemos hacer por nosotros mismos. No podemos hacer como que apoyamos la democraciay los derechos humanos y, al mismo tiempo, cooperar con ese régimen”, explicó Jan Strojil, miembro del Consejo Universitario.
Hablar sobre los DD.HH, ¿por qué?
David Kosina, gerente ejecutivo del “Instituto Confucio”, reconoció ante el Consejo Académico que durante las horas que se cofinancian con el dinero chino los estudiantes sí conocen sobre la realidad de la vida china, aunque no se habla sobre los Derechos Humanos. Es decir, quedan de lados temas escabrosos, como las autonomías, el Tíbet y su ocupación, las manifestaciones en Hong Kong. Hace dos años, recordemos, se izó la bandera tibetana muy cerca de la ventada del director del “Instituto Confucio”. Él se quejó.
No se hablan de los problemas en la sociedad china. El tema de la minoría ujgur queda fuera. Pero, Kosina rechaza que el Insistuto perturbe las libertades de la Universidad, o de sus libertades académicas. De hecho recuerda que en noviembre pasado la Universidad Palacký condenó la brutal intervención policial contra los manifestantes en Honkg Kong. El representante de los estudiantes, Marek Stratilík, comentó en la reunión del Consejo Académico que la Universidad se encuentra en una situación esquizofrénica. Ya que, por un lado el rector se jacta en decir que son más havelianos que otros, pero, al mismo tiempo, recibe dinero del Gobierno Chino.
Miller aclaró: no existe ninguna prueba fehaciente de que la sucursal del “Instituto Confucio” interfiera con las libertades académicas o que sea una amenaza. Recordó que como universidad incluso cooperan con el contraespionaje BIS, “en cosas sobre las que no puedo hablar”. Eso, sí, asegura que en ningún momento ha habido la información, menos la sospecha de que ese Instituto despliegue actividades en contra de los intereses de la Rep. Checa.
Hay que recordar el caso de la sucursal del “Instituto Confucius” en Bruselas, donde el ex director y académico chino Sung Sin-ning fue expulsado por ocho años de la Unión Europea por haber realizado actividades de espionaje para el Gobierno de su país. Miller alerta: si se le da la tarjeta roja al instituto chino, habrá que preparar la misma tarjeta para los programas que financian Vietnam e incluso Turquía. Esos dos países financiasn programas que permiten en intercambio de estudiantes.

La influencia china en las universidades checas
En octubre del año pasado, el servidor “Aktuálně.cz” alertó ante la financiación encubierta de conferencias académicas en espacios de la Universidad Carolina de Praga. Actividades pagadas directamente por la embajada china y con el patrocinio del rector Tomáš Zima, junto al jefe del Centro Checo-Chino de esa misma Universidad, Miloš Balabán. Tras conocerse eso y producirse el escándalo, Balabán y su Centro ya no están en la UK.
“Aktuálně.cz” destacó que en las conferencias sobre seguridad, se produjo la propaganda del régimen totalitario. La UK ordenó incluso una auditoría profunda, para saber a dónde llegaba la financiación china. Quedó asegurado que sólo a Balabán y su gente. Y no se puede olvidar el escándalo que también produjo el contrato de patrocinio que UK firmó con la empresa “Home Creditd”. Compañía de Petr Kellner que tiene a China como su cliente y mercado más lucrativo. Tras las presiones públicas, UK dio por terminada su relación con esa empresa dedicada al crédito para el consumo.