Brno, la segunda ciudad en importancia de la Rep. Checa, hace noticia en estos días por que las autoridades municipales de transporte, tan preocupadas por ofrecer un mejor servicio, instalaron una cubierta en la estación de tranvía “Osová”, en el barrio Starý Lískovec. Lo más extraño es que la cubierta está en una estación… debajo de un puente. Como cuando los políticos construyen puentes donde no hay ríos, o los hacen paralelos y no transversales.
La Empresa Municipal de Transportes de Brno admite que esa cubierta carece de sentido. La parada “Osová”, atípica, surgió hace pocos días y pasó varios meses cerrada por trabajos en las rieles del tranvía hacia Starý Lískovec. Las rieles y la parada se repararon debido a los trabajos en un desvío en la ruta hacia el campus universitario; trabajos por alrededor de 68 millones de USD. Los que viven en las inmediaciones se preguntan qué necesidad tenía construir un área para los pasajeros que esperan, pero cubierta. Debajo de un puente.
Y se preguntan por qué no están cubiertas otras paradas que sí están al aire libre. La Empresa de Transportes de Brno promete poner una corrección. El portavoz Hana Tomaštíková le dijo al servidor “iDnes.cz”: “La cubierta es una construcción que carece de sentido. Analizamos su reubicación para aprovechar su uso”.

Lo interesante que ese no es el único caso de una extraña ubicación de una cubierta de parada de tranvía o bus. Por ejemplo, siempre en Brno, la parada “Grohova” alguien las colocó pero mirando al lado contrario del que viene el tranvía. Con lo cual hay problemas al momento de subir y bajar, lo que provoca complicaciones y riesgos cuando los pasajeros quieren cruzar rápidamente a la otra parada y deben esquivar autos.
Y hace dos años hubo también confusiones y problemas, con los conductores y los pasajeros, por la parada “Všetičkova” tras la reconstrucción de la calle Údolní. Produjo confusión el que la parte de la parada tuviera la parte de la calle un tanto más elevada y con adoquines. Lo que daba la impresión de ser una acera. Que no era, seguía y sigue siendo calle. El Ayuntamiento de Brno tuvo que poner marcas con pintura para alertar a todos.