
Hoy se conmemora el Aniversario de la Batalla de Bila Hora, en la que lucharon la nobleza checa contra los Habsburgo en el año 1620 por el control de poder civil y religioso. Con el acceso de los Habsburgo al trono checo en el año 1526, llegaron constantes disputas entre ellos y la nobleza checa. Los Habsburgo querían gobernar indefinidamente y debilitaron los poderes de las autoridades checas, que estaban controladas por los nobles. En las tierras checas, hasta ese momento, la gente podía practicar otras religiones además de la religión católica, la conocida libertad de credo. Los Habsburgo, como católicos devotos, comenzaron a restringir esta libertad religiosa. Y para ello comenzaron a apoyar solo a sacerdotes y monasterios católicos.
Lo que llevo a una serie de desacuerdos entre los Habsburgo y la nobleza checa, que finalmente llevaron a un enfrentamiento militar. La Batalla de Bila Hora.
El enfrentamiento y las repercursiones
El 8 de noviembre de 1620, el Ejército Imperial de los Habsburgo se enfrentó al ejército de los señores checos en Bílá hora, cerca de Praga. Donde los Habsburgo ganaron,gobernando así los territorios checos durante otros trescientos años.
Los insurgentes fueron castigados sin piedad. Y el 21 de junio de 1621, 27 líderes de la resistencia fueron ejecutados en la Plaza de la Ciudad Vieja. Los sacerdotes no católicos fueron expulsados de Bohemia y la religión católica se convirtió en la única permitida. Y solo se permitió hablar el alemán.
La batalla de la Montaña Blanca se describe a menudo como la mayor tragedia nacional. Sin embargo, en términos de duración y número de bajas, no fue alto. Más que la perdida de soldados, más importante fue lo que significó el perder la batalla.
El enfrentamiento bélico terminó después de unas dos horas. Inmediatamente después del primer ataque de las tropas imperiales, el ejército checo en clara minoría, entró en pánico y sus soldados comenzaron a ir en retirada.
El ejército checo formado por 15.000 bohemios y mercenarios al mando de Christian de Anhalt fue derrotado por 27.000 hombres de los ejércitos combinados de Fernando II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y dirigido por Charles Bonaventure de Longueval.
Se dice que solo los moravos, en su mayoría mercenarios extranjeros contratados por el dinero de los nobles moravos, resistieron. Estaban concentrados en la pared del campo, entre la espada y la pared, y no tenían más remedio que defenderse valientemente, porque con una pared alta detrás de ellos no les permitía escapar. De lo contrario, todos aquellos que pudieron, escaparon de la Montaña Blanca en ese momento.
En el año 2020, con motivo del 400 aniversario de la Batalla de Bila Hora, se colocó una cruz de reconciliación.