La automovilística Škoda está dejando de fabricar por no tener recursos, y está cancelando turnos de trabajo. Concretamente la planta de Mladá Boleslav Škoda se ha quedado sin repuestos. El año pasado ya tuvo que detener la producción por otro motivo, la pandemia.
Ya desde principio de año la producción ha ido mermando paulatinamente por este motivo. Razón por la que Škoda ha ido reduciendo desde principios de año varios turnos, especialmente las horas extraordinarias. Pero ahora ya está implicando reducción de horas de producción normal.
Los sindicatos apuntan que estos momentos son los más difíciles desde la fusión de Škoda con el Grupo Volkswagen. Justo ahora que el 28 de marzo, se celebró 30 años de la incorporación de la automovilística checa a la compañía alemana.
Aunque niegan que vayan a haber despidos, si anuncian una disminución del salario de aquellos empleados que hacen horas extras para completar sus honorarios. Por otra parte los trabajadores que tengan que quedarse en casa, recibirán el 85 por ciento del salario medio donde están incluidas las bonificaciones extraordinarias.
Los turnos cancelados son en Mladá Boleslav y en Kvasiny en la región de Rychnov, sin saber cuándo se podrán reanudar los turnos cancelados. Debido a la falta de chips que está afectando a nivel mundial tras la paralización de la fabricación en Texas por las pasadas nieves que colapsaron el estado americano.
Hay que recordar que desafortunadamente la electrónica es la parte más importante de los vehículos hoy en día. Ya que estos se encuentran en las centralitas de cada coche y en cada uno sus sensores.
No solo Škoda y no solo faltan chips
Pero además la época post covid-19 también está aflorando una carencia de otros materiales como acero, hierro, piezas de plástico. Que pueden afectar también a la producción de automóviles a nivel mundial. Así como un encarecimiento del precio de fabricación de los vehículos que afectara al precio final al cliente.
Otra compañía de automóviles que opera en la República Checa es la Toyota, que al igual que Škoda, está afectada por la falta de piezas, concretamente también de chips. Motivo por la que tuvieron que detener la producción durante 14 días. Ahora, aunque operativa, está sujeta a la posible falta de suministros de chips. Que depende a la producción y del mercado, ya que está sujeta a la ley de la oferta y la demanda. Teniendo suministros en stock para dos semanas.
La automovilística Škoda está dejando de fabricar por no tener recursos, al igual que la Toyota en República Checa. Siendo una situación paralela a nivel mundial, que no solo afecta a la producción de coches. La falta de chips también está afectando a todo el mundo de la electrónica y la computación. Esto también implicará el aumento de precios en las computadoras que usamos todos los días.
