Ayer sábado falleció una gran escultora: Música para despedir a Anna Chromý en su último adiós. Escultora de obras como La capa vacía (El manto de la conciencia) o Commendatore.
La escultora checa Anna Chromy nos dejó ayer sábado a la edad de 81 años. Como comunicaba la productora musical Renata Sabongui, quien trabajó con Anna.
Anna Chromy nació el 18 de julio de 1940 a orillas del río Moldava, en la ciudad preciosa de Český Krumlov. Hija del cervecero Karel Weber y su esposa, que tuvieron que emigrar al final de la Segunda Guerra Mundial. Un emotivo adiós para una niña que se tuvo que despedir de sus amigos en piedra del Puente de Carlos de Praga. Mudándose la familia a Austria, donde la joven Anna estudió ballet.
Tras casarse, se mudó a París y comenzó a estudiar arte, atraída por el surrealismo, y Salvador Dalí se convirtió en su modelo a seguir. Atraída por la pintura empezó a dibujar, pero por un grave accidente dejo su sueño de pintura para volar su arte a través de la escultura.
Desde 1980 vivió en la Costa Azul, con su marido en Montecarlo. Cerca de la frontera italiana, y por tanto cerca del centro de escultura en Pietrasanta y Carrara estaba a poca distancia. Donde se inspiró en la antigua Grecia y Roma, el Renacimiento y el Barroco de los Medici y los Papas.
Nos dejó esculturas repartidas por Europa y China, sin olvidar sus raíces. En Praga tenemos tres preciosas esculturas:
- El manto de la conciencia. A los pies del Teatro Estates desde el año 2000.
- Música de los ríos en la plaza Senovážné.
- Franz Schubert en la sede de la Facultad de Música y Danza de la Academia de Artes Escénicas.
En 2016, se le concedió la ciudadanía honoraria de Praga 1
Música para despedir a Anna Chromý en su último adiós.
